Baila conmigo
baila para desaparecer
para borrarse
hasta el placer de no estar
o de estar en ninguna parte
claridad que no me va ni me viene
luz que no me alcanza ni toca
estrella de infinitos dedos
tan delgados que no existen
tan ardientes y fríos
que ajenos son
todo eso en tu cabeza que viaja
se disuelve y gira
despidiendo secreta ingrata música
entre la luz y la oscuridad
regresamos siempre en busca de nuestros pasos
pasos
aletazos coletazos
danza para entrar en la vida
con el ritmo de la muerte
sabia música de la agonía
gran fuelle de los cielos vacíos
el corazón humano
intrépido como una araña
sondea este abismo
éste y no otro
éste
su delgado pensamiento
su negra saliva
De Catorce poetas del Perú. El Libro de unos sonidos. (1988. Buenos Aires: Ediciones Último Reino. Selección de Reynaldo Jiménez.)
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