


Las Soledades amigas
cavan con ahínco
una fosa común
en Aguas de oro.
Las soledades llevan cada una
el mismo nombre de pila: Soledad.
Una Soledad
quiere enterrar sus tristezas
las que acarrea de días largos, andrajosos
donde las canciones parecen ser más cortas...
y que atesora en su querido cuaderno rojo
plagado de manuscritos lúgubres e hilarantes.
Ella quiere convertirse para siempre
en la chica que entierra cuadernos y cava,cava,cava,
cava tenaz esa fosa
a los pies de una hermosa torre
-convertida en casa de té-
que será custodiada por renovados plantines.
Y la otra Soledad
arropada con un tejido verde duende
sonríe casamentera y canta
hasta que la ceremonia concluya en el infinito:
Vuélveme a enamorar como todos los días
vuélveme a enamorar como todos los días
vuélveme a enamorar...laralalalá.
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