jueves, 30 de abril de 2020

The Saxophones - New Taboo [Official Lyric Video]

Una carta del pianista canadiense Glenn Gould (Toronto, 1932- Toronto, 1982) con fecha 30 de abril…:

















                                                                                                                                                        30 de abril de 1971

A WENDY BUTLER

Srta. Wendy Butler,
CBC

Querida Wendy:
Algunas reflexiones sobre la Hammerklavier. Como bien sabrás, es la obra más larga, más atolondrada y probablemente menos agradecida que compuso Beethoven para el piano. Lo digo no sin cierta reticencia porque, desde mi época de estudiante, me propuse descubrir en ella algún tipo de recompensa y documentarla en un programa o una grabación, o en ambas situaciones. Hace algunos años la incluí varias veces en el programa de algún recital, a menudo en lugares como Dry Gulch, en Montreal, o Los Yahoos, en N.M., pero, indefectiblemente, siempre acababa corrigiendo el programa a última hora. Me resultaba imposible empaparme de la obra y me repetía que debía comprender todos sus enigmas antes de mostrársela al público.
        Sea como fuere, el centenario adelantó, como ya sabes, el momento del reconocimiento (por una serie de problemas de agenda demasiado complejos para abordarlos aquí, programamos inicialmente la grabación para diciembre de 1970, cuando la grabamos), y volvió el deseo de intentar, de nuevo, resolver sus muchos misterios. La verdad es que no creo que haya conseguido solucionar muchos, pero entre tanto recurrí a diversos modos de análisis de sistemas muy interesantes. Decidí, por ejemplo, que, ya que la pieza es lo menos pianístico que existe, no sólo porque es una obra terriblemente difícil (y, lo que es peor, no es esa la intención que tiene el oído profano) sino porque Beethoven la compuso sin apenas prestar atención a las filias y fobias que existen entre las distintas regiones del teclado, intentaría abordarla desde una perspectiva orquestal.  Intentaría enlazar la primera nota con la última con el mismo ímpetu con que lo haría un director de orquesta (es decir, que no apostaría por la velocidad sino que obligaría a los tempi a fundirse entre sí) y reduciría a la mínima expresión todos esos manierismos tan propios del piano que, desgraciada y perversamente a la vista del cariz profundamente antiinstrumental de Beethoven, siguen siendo tantas y tantas veces un obstáculo para la música.
        Y no son pocas las cosas que hay que reducir a la mínima expresión. En muchas ocasiones, por ejemplo, aparecen arabescos de una delicadeza casi chopiniana (como en el segundo tema del primer movimiento) en registros nada agradecidos (sobre todo, agudos) y separados al menos en más de una octava de las voces a las que acompañan. La mayoría de estos problemas se dan en el primer y el tercer movimientos; el segundo es corto y lo suficientemente tenso como para pasar inadvertido, y la fuga del final es fascinante y divertida, a pesar de toda su tontería matemática y de esos intentos lamentablemente enérgicos por romper la barrera del sonido neohandeliano.
        La pregunta es: ¿conseguí con mi enfoque orquestal y alejado de todo engreimiento pianístico enlazar estas cuatro estructuras distintas y convertirlas en una gran obra que funciona? Sinceramente, no. Creo que funciona por momentos, pero en otros momentos, no (cosa que, bien pensado, ya sucedía en la partitura de Beethoven), pero al menos lo intenté y no tendré que darle más vueltas al menos hasta 2027.

Con mis mejores deseos,
Glenn Gould


De Glenn Gould Cartas Escogidas (2011. Barcelona: Global Rhythm Press. Colección Biorritmos. Edición de John P.L. Roberts y Ghyslaine Guertin. Traducción de Ferran Esteve.) 



martes, 28 de abril de 2020

The Saxophones - Lamplighter [Official Lyric Video]

EL VIRGEN, EL VIVAZ, EL HERMOSO PRESENTE, poema de Stéphane Mallarmé (París, 1842 – Valvins, 1898) traducido por Blas Matamoro (Buenos Aires, 1942):




















EL VIRGEN, EL VIVAZ, EL HERMOSO PRESENTE


El virgen, el vivaz, el hermoso presente
con sus ebrios zarpazos pretende destrozarnos
duro lago olvidado que la escarcha somete
transparente glaciar de vuelos que no huyeron.


Algún cisne de antaño ignora que es él mismo
quien, magnífico y vano, ya logra liberarse
por no haber ensalzado la región de la vida
cuando en torno al hastío resplandece el invierno.


Se agitará su cuello en la blanca agonía
transmitida en el aire al ave que la niega
más no el horror del suelo en que el plumaje yace.


Es un fantasma a quien su resplandor gobierna
y el desprecio, frío sueño, lo inmoviliza al punto
y hasta su exilio inútil llega para cubrirlo.


De Stéphane Mallarmé Antología (1971. Madrid: Visor Libros. Prólogo de José Lezama Lima. Epílogo de Rubén Darío. Volumen XIV de la Colección Visor de Poesía. 4ta edición 1991.)


Cortos 1 Parte 1 ABTE (Agrupación Boletos Tipo Edmondson):

Unas anotaciones del poeta, ensayista y diplomático griego -Premio Nobel de Literatura en 1963- Yorgo Seferis (1900, Esmirna, Turquía -1971, Atenas, Grecia) en su diario correspondientes al día 28 de abril de 1932:

















Jueves Santo, 28 de abril

     Diagnóstico provisional: crisis de conciencia (escribo para aclararme):
      La semana pasada una súbita fe resplandeció en mi mente y vi con claridad formarse y cuajar en torno a ella un universo. Al día siguiente (estoy simplificando) sobrevino una serenidad virginal que hizo caer todos mis sustentos, internos y externos. El tercer día un irresistible deseo de irme –a cualquier parte-; de quemarme al sol, consumirme, dejar de pensar. Ahora, escribiendo, surgen las palabras por si solas de mi pluma: encontrar de nuevo la dulzura del pan negro.

     Intento retroceder aún más. Una tarde de invierno; paseando a la orilla del río. De repente comprendí asustado que no tenía sentimientos. El color del cielo, las aguas turbias, el ruido de los vehículos, aquella mujer de labios vivos…no despertaban nada en mí. Veía nítidamente que sensaciones podría tener. Podía describirlas a la perfección, expresarlas y emocionar: actividad cerebral; la persona, ausente. Recuerdo ese mismo estado de ausencia en otras ocasiones; en aquel burdel, p.ej., al que me había visto forzado de acompañar –cuestión de solidaridad- a un amigo. Cuando se desnudó la muchacha, lo único que se me ocurrió decir fue: “Mademoiselle, qu’est-ce que vous pensez de Monsieur Mallarmé?” Respondió como si hubiera recibido una bofetada: “Eh, dites donc, vous êtes venu ici pour vous foutre de moi?” Luego, en el frío de la noche, me sentí tremendamente grosero.
     Andaba buscando al ausente. Pasé por momentos de gran entusiasmo y fuerza, de los que acababa saliendo como un perro apaleado. Ahora ya no sé. Médicamente me podría decir alguien que se trata de actitudes biológicas; si me pudiera convencer sería un gran alivio. Lo que sé es que mi yo no puede dividirse; mis juicios intelectuales lo son igualmente corporales, y viceversa. Constituyo un todo y de ese todo tomo los materiales de mi trabajo, que son del mismo modo indivisibles.


De Yorgos Seferis Días 1925-1968 (1997. Madrid: Alianza Editorial. Selección, traducción y notas: Vicente Fernández González.)



domingo, 26 de abril de 2020

ESTA NOCHE DE DOMINGO EN LA HABANA QUE ES ESTA MAÑANA DE LUNES EN VINH, un poema de Roberto Fernández Retamar (1930-2019, La Habana, Cuba):




ESTA NOCHE DE DOMINGO EN LA HABANA QUE ES ESTA MAÑANA DE LUNES EN VINH


María siempre llega a casa los domingos sobre las nueve de la          noche.
Es decir, está llegando ahora, a las nueve de la mañana de este        lunes en Vinh,
La ciudad espectral, destruida, a través de la cual nos paseamos
Filmando, retratando ruinas, atravesando corredores
De los que hace poco sacaron escombros, subiendo escaleras
En lo alto de las cuales el paisaje se abre como una bofetada
Entre piedras, mientras más allá el obstinado césped,
Los árboles sobrevivientes han empezado a poner esos “verdes        halagos” que dijo Góngora.
De Góngora hablarán quizá este domingo los amigos en casa.
Y quizá, sobre todo si están Enrique y Giannina,
Hablarán de Londres y sus ruinas, de las que nos fue dado ver         un aletazo
Catorce años atrás, cuando ya la guerra empezaba a ser una             memoria borrosa
En medio de un olor citadino de papa hervida.
Pero no estoy sentado en casa, evocando la escritura y la                  historia,
Esta noche de domingo en La Habana que es esta mañana de           lunes en Vinh,
Y en realidad no estoy hablando contigo, amor, sino dejando           que el alma aprenda bien
Lo que son las ruinas de la guerra inmediata
Que planea como una corneja sobre nuestro mundo.


De Roberto Fernández Retamar Una salva de porvenir Nueva Antología Personal (2015. Buenos Aires: Ediciones Colihue S.R.L. Colección Musarisca POESÍA/COLIHUE. Prólogo de Mario Goloboff.)



sábado, 25 de abril de 2020

Les comparto un concierto muy especial de Emiliano Martínez recreando algunas atemporales “canciones para aprender y cantar” de “Mi tumba en la luna” –su único disco hasta la fecha, editado en 2007, por cierto físicamente incunable- y algunas favoritas de la primera época de El Monte Análogo Radio –primavera 2006/verano 2007- como “Un León”. Este video fue filmado por Javier González Tuñón en el marco de la presentación del poemario de Juan Rearte “Fantasmas Territoriales” hace casi un año, más precisamente el sábado 27 de abril de 2019, en el barrio porteño de Balvanera. Hacia fin del mismo año con Emiliano, Javier, sordo y cero objetivo servidor & Glitchborg Glitch montamos la performance interdisciplinaria de titulación en retrospectiva sumamente inquietante: "¡Oh, Futuro!" Pero mejor volvamos a este video, los invito a pulsar play… Maximum enjoy, good luck & big abrasongs! “¡Jonathan, te vas a emocionar!” :) FNDB



https://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/2019/04/emiliano-martinez-mi-tumba-en-la-luna.html

https://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/2019/04/algunos-poemas-de-juan-lazaro-rearte.html

http://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/search/label/%C2%A1Oh

http://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/search/label/Futuro%21

¡Muchas gracias Juan Rearte por la invitación & Javier González Tuñón por el providencial registro! :)
FNDB


viernes, 24 de abril de 2020

De los diarios del poeta, ensayista y diplomático griego -Premio Nobel de Literatura en 1963- Yorgos Seferis(1900, Esmirna, Turquía -1971, Atenas, Grecia) unas anotaciones correspondientes al día viernes 24 de abril del año 1959:




Viernes, 24 de abril. Guernsey.
St. Peter’s Port (Old Gt Ho. Hotel)


     10.15­ –avión desde Gatwick; en el camino buen sol; los árboles en flor. Avión Dakota; en uno igual, lleno de monjas católicas, fui de Beirut a Jerusalén. Hora y media de viaje. Alderney en medio de un mar muy en calma: sin interés desde el aire. Durante la guerra todos los lugareños fueron evacuados a causa de la ocupación alemana, que, según la Blue Guide, fue muy “correcta”.
     Sobrevolamos Guernsey con 15 minutos de adelanto a causa del buen tiempo; veo en prácticamente toda la superficie de la isla cristales que brillan al sol –invernaderos con tomates- como si estuviera toda la isla en una vitrina. Hotel (Old G[overnmen]t Ho[use]; ambiente inglés, aunque espurio. Luego en las calles (callejuelas, con escaleras, muchas veces, que llegan hasta el mar). El puerto; la marea baja, suciedades del mar depositadas, los rostros de la calle, viejos, con frecuencia idiots du villaje, caras de personas tocadas; no muy grande el interés de la isla: Quelle est cette île triste et noire?* –­­queda la presencia de Hugo, inexistente hasta el momento.

     Por la noche. Después de comer hemos ido a Hauteville House –la casa recuerda a la otra, la de place des Vosges. La presencia de Hugo: huellas de su rebosante vitalidad en las paredes, en los muebles, en todas partes: “on dirait qu’il apparaîtra”, decía la señora de Amiens que cuida la casa con su marido. Su gabinete un invernadero de tomates; increíble; una pesadilla (he escrito sobre ello a Beratis **). La alcoba: sobre la cabecera, colgada de la pared, su espada (de académico). El lavabo escondido; cuando acababa de trabajar, el Titán se desvestía y se lavaba desnudo con agua fría haciendo señas a  Juliette Drouet para que saliera a admirarlo desde su ventana –vivía en la casa de al lado. “Vous savez, c’était un petit polisson”, observó la señora de Amiens. “On peut pas dire petit en parlant de Victor Hugo, madame; tout ce qu’il faisait était grand”, le dije yo. “Oui, mais les jeunes, la jeunesse estudiantine ne l’estime plus beaucoup”, concluyó ella, severa y triste.
      (No me he traído –a propósito- una biografía de Victor Hugo; estoy leyendo a Aristófanes.)


*Baudelaire: “Un voyage a Cythère, Les fleurs du mal.
** Yanis Beratis (1905-1968), escritor griego.


De Yorgos Seferis Días 1925-1968 (1997. Madrid: Alianza Editorial. Selección, traducción y notas: Vicente Fernández González.)



The Panics - 'Don't Fight It'

jueves, 23 de abril de 2020

Les comparto tan sólo algunos fragmentos favoritos del maravilloso libro Lectores de Diego Alonso editado por La Máquina del Tiempo en 2019. Hoy es jueves 23 de abril de 2020 y coincide que es el Día Internacional del Libro pero desde la primavera pasada que estaba por compartirles aquí, en este arcaico y nada objetivo sordo blog, de un momento a otro, una selección de dicho maravilloso libro y... ¡ya ha llegado el momento queridos Lectores -y no Lectores-!:




(…)

Hay una luz perdida en el manto de la noche, un farol sobre un banco a orillas del río. Alguien lee en la semipenumbra de la madrugada, no importa qué. Allí está el melancólico rumor del agua, los ruidos de la ciudad dormida, el fuego eléctrico de la luz portuaria. El lector pasa las páginas y dice al aire su lectura. No hay manera de saber si esas líneas no están produciendo una tempestad al otro lado del mundo, o la caída de Constantinopla.

(…)

Leer. La soledad incorruptible del niño que juega, y que aún no ha terminado de contarse las historias que hacían vivir a sus juguetes.

(…)

En un mundo como el nuestro leer no tiene ningún atractivo. Para pasar el tiempo hay cientos de opciones más acabadas. ¿Para aprender? No tendría sentido tomarse tanto trabajo para tan poca cosa. Hildergard Von Bingen decía que Dios no vivía en “cuerpos sanos”; del mismo modo, la lectura tampoco los habita. Las personas sanas no necesitan leer, sólo leen las personas dañadas, los locos, los enfermos.

(…)

Con el tiempo suficiente cualquier lector encontrará en cualquier libro algo que lo conmueva.

(…)

La batalla contemporánea del libro es resistirse a ser considerado un entretenimiento. Leer es una ocupación, es el trabajo que el hombre hace sobre sí mismo. Leer no es ocupar un tiempo ocioso, sino nunca tener un tiempo ocioso. Nihil agendo homines male agüere disyunt. “No haciendo nada los hombres aprenden a obrar mal” (Columelo).

(…)

El mundo depende de las lecturas que elegimos.

(…)

—Leer hasta que ya no haya luz.
—No, en la oscuridad seguir leyendo.

(…)

La dicha: Enfrentarnos a un texto complejo y sentir que, luego de varias relecturas, empezamos a entender.

(…)

Aún cuando pueda parecer agradable, la vida del lector es un infierno. Sabe que morirá habiéndole faltado siempre una nueva lectura imprescindible.

(…)

No hay lectores ancianos. Los lectores son, solamente, hombres que envejecen.

(…)

Cuando leemos adónde vamos. No vamos, sino que algo viene hacia nosotros, como un barco iluminado en medio de la noche.

(…)

Los ojos lectores tienen su propia historia, ésa es la coartada que explica preferencias y desprecios que no pueden esclarecerse de otro modo.

(…)

El mundo se purifica, hay alguien leyendo.

(…)

Toda lectura es el prólogo de la siguiente.

(…)

No es lo mismo tener que no tener un libro, los lectores siempre tienen más libros de los que podrán leer. Pero como dice Lucrecio: “Consuetudo concinnat amoren” (“El trato asiduo produce el amor”). De eso estamos hablando, tratar con nuestros libros a diario, verlos, tocarlos, hablarles, dejar que nos digan cosas al pasar.

(…)

Hablamos al mundo con cada uno de nuestros actos, por más insignificantes y pequeños que parezcan. Leer no es menos importante que descubrir la cura para una enfermedad mortal, aunque los espíritus vulgares afirmen lo contrario.

(…)

Fracasar leyendo es lo más probable; luego es aprender a insistir, una y otra vez.

(...)

Los lectores, como quería Mauriac, se construyen y se destruyen a sí mismos.

(…)

Leer es abrir una espera, una larga paciencia de lo que vendrá, aunque no sepamos qué.

(…)
Los lectores amarran su destino al de sus lecturas y suspenden el ordinario sucederse de los días.

(…)

Al poeta Bo Juyi, de todos los males de la vejez, el que le produce más pesar es el de ya no poder leer los libros que se escriben con letra pequeña.

(…)

La letra en sí sólo ocupa un espacio, su sentido sólo es referencial y está dado por la cercanía con otras letras. Así también las palabras dependen de las otras palabras que la acompañan y las oraciones se encabalgan en las siguientes, las frases refieren a otras frases y los libros siempre se vinculan al resto de los libros. ¿Y cuando nada llegue al espacio dado a la letra? Allí entonces la lectura organizando el sentido.

(…)

La asociación de lectores anónimos estará desarrollando sus reuniones los días sábados por la mañana. El edificio cuenta con inmensas habitaciones repletas de bibliotecas vacías, las cuales serán adjudicadas a cada uno de sus miembros al momento de la inscripción. No es posible para los socios llenar ningún espacio de la biblioteca puesta a su cuidado, ni siquiera una pequeña parte. Los lectores buscan una falta, ausencias repetidas, fantasmas del espacio. Quieren llenar todos los vacíos que muestra la existencia.

(…)

Ver leer a los ancianos es ver a los niños que fueron, la misma ansiedad, los mismos gestos. Las lecturas podrán ser otras, pero el hábito de la lectura no envejece, sigue teniendo la misma seriedad que los juegos infantiles, la misma intensidad, el mismo amor.

(…)

La primera noche que Jonathan Harker se queda en el castillo del Conde, al que ha venido a visitar en representación de la firma de abogados para la que trabaja, para ayudarlo a resolver los pormenores de una compra de tierras en Londres, que haría la firma en representación del Conde. Jonathan no puede dormir y se levanta y deambula por el castillo. Encuentra la biblioteca y se queda allí admirándola, maravillado de la cantidad de libros sobre Inglaterra que había. El Conde aparece y Jonathan le confiesa que con tantos libros sobre Inglaterra no sabría cuánto podría asesorarlo, pues con tantos libros es posible que fuese inservible su ayuda. El Conde le explica que gracias a esos libros él había aprendido a conocer Inglaterra, y por lo tanto a amarla “porque conocer es amar”. Esas palabras pueden despertar a los lectores a otra vida, en donde el tiempo, lejos de desgastar nuestros lazos, por el contrario, los profundiza y los hace más resistentes.

(…)

Sucede a veces ante los libros, antes de leerlos, antes de tocarlos incluso, sólo para quien esté ávido de ellos, un anudarse de los sentidos, una expectación, una inmovilidad de plenitud. Como cuando en la orilla nos quedamos mirando el mar, y al rato comenzamos a sentir el sabor de la sal llenándonos la boca.

(…)

No existe el olvido, sólo el silencio. El silencio no es ausencia, por eso en la música se escribe. Los pasillos de una biblioteca son como partituras sólo de silencios. Una presencia organizada y administrada en el tiempo y el espacio.

(…)

Consciente de sus progresivos problemas de visión, Huxley aprendió braile para poder seguir leyendo si en el futuro sus problemas se agravaban y perdía la vista. Una de las felicidades de este nuevo aprendizaje fue la posibilidad, hasta entonces negada, de leer en la oscuridad.

(…)

En los libros resuena el eco del eco de todos los ecos del mundo. Leer es ansiar ser alcanzados por ese eco, para que resuene en nosotros, y propagarlo y prolongarlo, e irnos nosotros en él.

(…)

2007. Berna. Funeral de Hanni Marti-Morgenthaler. Su marido, el escritor y párroco Kurt Marti-Morgenthaler ofició la misa. Treinta y ocho años antes Kurt había escrito un poemario de oraciones fúnebres. En el servicio a su esposa usó uno de aquellos poemas: “Ojos, aún tenemos ojos / usad los vuestros / y dad gracias a Dios / porque aún podéis ver”. Hanni amaba los libros y tenía con la lectura un compromiso profundo y verdadero. En la misa Kurt cambió la última palabra del último verso del poema, sustituyó sahar (ver) por lesen (leer) convencido de que Hanni estaría encantada con ese cambio. “Ojos, aún tenemos ojos / usad los vuestros / y dad gracias a Dios / porque aún podéis leer”.

(…)

Cartier-Bresson en una entrevista con Sheyla Turner en 1973 hablando de la agencia Magnum y de su relación con Robert Capa y con David Seymour, dice que las cosas entre ellos no eran fáciles “los tres éramos totalmente distintos. No leíamos los mismos libros”.

(…)

Toda carencia nos vuelve desdichados. El hambre, la soledad y la tristeza son las formas con que el mundo de hiperconsumo que hemos construido diseña para esa carencia, y que con la promesa de satisfacerla consigue constantemente reconectarnos a él. La lectura, como tiene que ver con la comunión con ese otro detrás del texto, tiene entonces que ver con la dicha, y por lo tanto está absolutamente reñida con ese mundo que necesita que necesitemos. ¿Qué pueden ofrecernos a los lectores, salvo los libros?

(…)


De Diego Alonso Lectores (2019. Buenos Aires: La Máquina del Tiempo.)

¡Muchas gracias, hacedor de Lectores, Diego Rodrigo Alonso!
FNDB, lector.
:) 


Estupendo - Carpas - Las Olas, Film de Adrian Biniez - 2017

Autobiografía de Lawrence Ferlinghetti (Nueva York, 24 de marzo de 1919) en versión de Marcos Ricardo Barnatán (Buenos Aires, 1946):

















LAWRENCE FERLINGHETTI. Autobiografía


     Probablemente nacido en Nueva York alrededor de 1919, fue llevado a Francia envuelto en mantillas. Vio las blancas montañas de Alsacia desde un balcón y regresó a los Estados Unidos, alguna vez, para distinguirse en los años superiores del colegio por sobresalientes logros en el arte de la flatulencia. Después de eso nada es claro. Parece que regresó a Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo ciertas relaciones con la Francia Libre y con la Resistencia Subterránea Noruega. Después de la guerra pudo haber escrito dos novelas impublicables y una tesis doctoral en la Sorbona que debió llamarse Histoire du pissoir dans la poésie moderne. También parece casi seguro que llegó a San Francisco en 1951, fundó una librería y comenzó a publicar la serie de “Poetas Pocket”.


De M.R. Barnatán Antología de la “Beat Generation” (1970. Barcelona: Plaza & Janés S.A., Editores. Selecciones de Poesía Universal. Texto Bilingüe. Selección, traducción e introducción Marcos Ricardo Barnatán. Tercera edición: Marzo, 1977.)


















Agradezco menciones a sordo servidor y a este arcaico blog en algunas entradas de Cartes Playes “documentos de resistencia contra lo manguán”, wordpress para adentrarse e ir leyendo con suma atención, link de arribo a continuación:


https://cartesplayes.wordpress.com/


domingo, 19 de abril de 2020

ENCUENTRO EN UN ASCENSOR y LA NIEVE, dos poemas de Vladimir Holan (Praga 1905 - 1980) traducidos por Jorge Forbelsey:


















ENCUENTRO EN UN ASCENSOR


Entramos en la cabina y nos quedamos solos los dos.
Nos miramos sin hacer nada más.
Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad…
En el quinto piso ella salió, y yo, que iba más arriba,
comprendí que nunca volvería a verla,
que nos habíamos encontrado una vez, para siempre,
que aún habiéndola seguido lo hubiera hecho como un muerto
y que si ella hubiera vuelto a mí
no hubiera vuelto más que del otro mundo.


LA NIEVE


La nieve empezó a caer a medianoche. Y no hay duda
de que como mejor está el hombre es sentado en la cocina,
aunque sea la del insomnio.
Allí se está caliente, te preparas cualquier cosa, bebes vino
y contemplas por la ventana la eternidad familiar.
Por qué ibas a atormentarme queriendo saber si nacimiento y muerte son sólo dos            
     puntos,
sabiendo que la vida no es una línea recta…
Por qué te ibas a torturar al ver el calendario…
y a inquietarte queriendo saber qué valor hay en juego.
¿Y por qué ibas a confesarte que no tienes dinero
para comprarle unos zapatos a Saskia?
¿Y por qué ibas a jactarte
de que sufres más que los otros?

Aunque no hubiese silencio en la tierra
este nevar ya lo habría creado en su sueño.
Estás solo. Ni un gesto. Nada de ostentación.


De Vladimir Holan Una noche con Hamlet y otros poemas (1970. Barcelona: Barral Editores. Ediciones de bolsilloTraducción de Jorge Forbelsey. Revisión y prólogo de Guillermo Carnero.)



Sunday Morning...

domingo, 12 de abril de 2020

LUNA LLENA EN SEMANA SANTA, un poema de Luis Cernuda (Sevilla, 1902 – Ciudad de México,1963):




LUNA LLENA EN SEMANA SANTA

     Denso suave, el aire
     Orea tantas callejas,
     Plazuelas, cuya alma
     Es la flor del naranjo.

     Resuenan cerca, lejos,
     Clarines masculinos
     Aquí, allí la flauta
     Y oboe femeninos.

     Mágica por el cielo
     La luna fulge, llena
     Luna de parasceve.
     Azahar, luna, música,

     Entrelazados, bañan
     La ciudad toda. Y breve
     Tu mente la contiene
     En sí, como una mano

     Amorosa. ¿Nostalgias?
     No. Lo que así recreas
     Es el tiempo sin tiempo
     Del niño, los instintos

     Aprendiendo la vida
     Dichosamente, como
     La planta nueva aprende
     En suelo amigo. Eco

     Que, a la doble distancia,
     Generoso hoy te vuelve,
     En leyenda, a tu origen.
     Et in Arcadia ego.

De Luis Cernuda La realidad y el deseo 1924-1962 (1970. México: Fondo de Cultura Económica. Tezontle.)



The Ropes - Fond Memories of a Terrible Life (Official Music Video)

sábado, 11 de abril de 2020

SEMANA SANTA, un poema de Fernando Sánchez Sorondo (1943, Buenos Aires)...:
















SEMANA SANTA


                               A Susana


La madrugada y yo
en cualquier lugar del mundo,
su cofia de silencio,
sus manos de dar,
abiertas a toda herida.
Ahora, hoy viernes,
a las tres menos cuarto
de la mañana ofreciendo
los primeros auxilios
de la palabra.
Ubicada
en el anonimato del día,
todavía a salvo
del carro de asalto
de la actividad,
del caballo de Troya
de la ilusión.



De Fernando Sánchez Sorondo De la boca para adentro (1998. Buenos Aires: Editorial Vinciguerra S.R.L, colección metáfora.)