24
de diciembre en el suburbio
Y era un Belén. Auténtico.
Mis ojos
acariciaban ávidos
vuestro Incesante ir
sobre la tierra, el barro, los pedruscos.
Y resucitasteis
el caliente cadáver de mi infancia.
Os veía blanquísimos,
descargando los sacos de harina –“¡Mis molineros!”,
exclamé con júbilo-.
También los carboneros
tenían su misión sobre el paisaje.
Y las mujeres todas, menudas, pero ágiles,
portadoras de algo
-la bolsa con patatas, la botella de aceite, la
garrafa del vino…-.
(Ya casi adivinaba mis largos ríos de papel de
plata.)
Los perros vagabundos,
desbordantes criaturas de mansedumbre amarga,
parecían ovejas. Y hasta la nieve
adornaba la cima de las casitas bajas y sus
ventanucos
-como la harina leve sobre el corcho de mi
Nacimiento-.
Pensé que todos ibais a la cita con Cristo, igual
que los pastores,
curtidos y morenos,
con vuestra ofrenda única:
El cotidiano hacer de cada día.
De Tina Escaja Antología de la Poesía Española Contemporánea de los 50 al
Ciberpoema (2002. Buenos Aires: Editorial Tres Haches.
Introducción Tina Escaja.)
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