Leviatán
En un cruce entre dos calles, como un asaltante,
un contenedor con las tripas derramadas sobre el empedrado,
verduras y frutas machacadas,
bolsas empapadas de quién sabe qué,
y apestando un radio de varios metros
un costillar descompuesto por el calor…
En pocos segundos todas tus esperanzas se han evaporado,
la última corriente fresca que
permanecía de la noche,
asustada, se escapa sin mirar atrás,
vuelve con prisa a su refugio,
dobla la esquina al fondo de la calle
dejando un rastro como de dragón chino.
MDC III
En silencio
que es casi como un rechinar de dientes,
un sosiego falso que cala suave,
como una bocanada de fiebre,
y nos concede
por apenas unos minutos
la fantasía de una noche
afectuosa como el corazón de un arrullo.
Desvelo
En algún momento dejaré de perder el tiempo,
serán otras mis prioridades,
mi única ambición pasará por descubrir en la noche
(y tengo la certeza de su existencia)
el momento exacto en que el silencio barre estas calles,
como un tsunami de espuma, calmo e imparable,
cerrando nuestros párpados con mano inmaculada.
De Fran Gayo Cadena
de frío (2015. Xixón: Suburbia
Ediciones. Colección malas tierras.)
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