EN
PLENO VERANO
Estamos en pleno verano,
el final de nuestra vida aquí ya se acerca.
¿Para qué construimos vallas?
No hay nada que podamos dejar afuera.
La mostaza silvestre, las larvas de polillas, las
orugas
empujan los lindes de este espacio
que nos ha llevado diez años escardar.
Los campos, de exuberante verde y desolados
como promesas, todavía fingen
que nos pertenecen. Pero nada
nos pertenece, ni siquiera las tumbas
al otro lado de la carretera, con los
nombres claramente cincelados.
Confiamos en que los manzanos,
muertos y vivos,
se despidan de nosotros.
Pero eso no sucede.
De
Margaret Atwood Historias Reales
(2010. Barcelona: Bruguera. Traducción: María Pilar Somacarrera Íñigo.)
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