viernes, 25 de agosto de 2017

DOS POEMAS DE SERGIO ALGORA (Zaragoza 1969- 2008) :



Lo que realmente han querido decir
las palabras, las mismas palabras
frente a las mismas palabras
quisieran decir otras cosas.

                                                                Lo que se ha dicho
hoy en el mundo. Todas las palabras de Jesús
con su orden exacto. Todas las palabras de mi madre
el día de su boda, en la última hora, en los rincones
de su casa. El silencio
                                              es el último poema.
El primer verso.

De Sergio Algora Cielo ha muerto (2005. Zaragoza: Colección Veruela de poesía, 9.)



I

Entramos en el cielo sin saber lo que era aquello
y pagamos por ello sabiéndolo en el instante de abandonarlo.
Ni en nuestras entrañas, ni en los huesos.
Ni en la radiación no detectable de nuestras caricias.
Ni en el olor extraño de la raíz del cabello.
No quedan señales del día que entramos en el cielo
                                                      sin saber qué era aquello.
La humanidad es solo una huella
y la historia del mundo el silencio entre dos canciones
que nunca llegaremos a escuchar.


De Sergio Algora Los versos dictados (2005. Zaragoza: Editorial Aqua.)

...

¡Gracias miles de oro querido Nacho Tajahuerce Sanz por el préstamo de ambos poemario de S.A. y que prometo devolvértelos en mano de visita por tu ciudad en algún momento del futuro! :)

FNDB



domingo, 6 de agosto de 2017

MUS - Como una sábana al vientu

Otra temprana tarde de domingo por "St. Elmo´s Fire" HOY...


Un poema de Juan Manuel Inchauspe (Santa Fe, 1940-1991):




















Esta tarde, domingo
recorriendo el patio de casa,
caminando entre las plantas
sorteando  los arbustos espinosos
la pequeña y creciente huerta.

Elegir entre comerme la naranja que cuelga
o  recostarme entre la pared  y fumar
era como recorrer un camino nuevo
pero lleno de cosas viejas-parecía.

El sol se llevaba la luz del lugar
una paloma aleteó y se apoyó
sobre el techo de tejas.
De pronto comprendí mirando las palmeras
que yo era muchas cosas
nombres perdidos, vuelos,
la música del día tras día
la naranja que no comí
el sabor del tabaco
el incipiente verdor del huerto
El silencio de la tarde
comenzó a llenarse de una palpitación
que nadie escuchaba.


De Juan M. Inchauspe, Poesía Completa (1994.  Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral. Prólogo de Estela Figueroa.)