lunes, 24 de febrero de 2020

El impacto contra el piso en el plano final, un artículo de mi autoría sobre la película La Energía Directamente de Martín Carmona. Escrito en la primavera del año 2013 para el cuarto número de la Revista Al Oído aún sin materializarse y recuperado de manera sorpresiva este lunes por la madrugada de carnaval desde el word de una vieja computadora familiar en desuso y al borde de la intransigente sepultura:















El impacto contra el piso en el plano final

Apunta un día lunes Witold Gombrowicz, el escritor preferido de Martín Carmona (Buenos Aires, 1975), en el comienzo de su Diario argentino:”Rugido de sirenas, pitidos, fuegos de artificio, corchos que saltan de las botellas y el tremendo ruido de una ciudad en plena conmoción. En este minuto entra el nuevo año 1955. Voy caminando por la calle Corrientes, solo y desesperado. // No veo nada ante mí…ninguna esperanza. (…)” Poco más de cincuenta años después, en La Energía Directamente, se lo puede ver y oír cantar a Tomás Nochteff, del grupo Mueran Humanos: “no tengo esperanza no necesito ninguna!”También está el controvertido Iván Deveaux rompiendo sus tubos fluorescentes en plena vía pública. El poeta Roberto Riera se burla del “dolor del corazón” de su amigo francés, como si no tuviera derecho y como animándolo a reaccionar ante su doliente arenga de “a vos te duele el corazón”. Rodolfo Edwards le lee a su tierna tía el libro Como dejar de amar, un método para olvidarse de aquella mujer perdida. El actor Fidel Araujo persuade a una querida amiga a abandonar la idea del suicidio, argumentándole que es imposible ya el aburrimiento. La multifacética  Nati Menstrual mira a la cámara con una flor en la boca y dice: “estoy bien estoy bien! Tengo cáncer de hígado.” Daniel Durand se conmueve al comprobar que de los bichos más feos surgen los frutos más hermosos. Una serie interminable de números telefónicos tiene que enlazar Walter Darío Lema –alma matter del grupo Placer-,  para que Facundo le dé el número de Toto –mientras transcurre una secuencia con chicas corriendo la cinta en un gimnasio. Fernando Floxon –el chamánico guitarrista del dúo Travesti y del incipiente grupo Las Uvas Estroboscópicas- dice: “no somos los chicos buenos pero tenemos bondad” mientras lava su remera con lengua Stone, para luego quejarse por no haber sido registrado mientras vomitaba en un living…
Martín Carmona ya tenía en su mente la forma en que llevaría a cabo La Energía Directamente, cuando concluyó su exuberante segundo film La Juntidad Espeluznante, un viaje estrambótico por la Buenos Aires de la revista Literal, de obras como El Fiord, de escritores como Néstor Sánchez y Ricardo Zelarayán, entre otros. Su nueva película la filmaría con una ágil Sony Hi-8 desde finales de los años noventa hasta principios del 2011, y con un ecléctico elenco que tenía como base elecciones estético-afectivas, que condensaría trayectos, anhelos y fulgores de una bohemia rockera y literaria que aún se resiste a claudicar. Y así lo hizo, influenciado por una tradición cinematográfica  que va desde el Manifiesto Futurista y su Cine de Variedades, el Cine-Ojo de Dziga Vertov, pasando por el vitalismo norteamericano de Jonas Mekas y Jon Jost, sin olvidar al Tiro de gracia de Ricardo Becher y al Tratado de veneno y eternidad de Isodore Isou. Su película La Energía Directamente transita por una zona infrecuente que evita tanto a la mera abstracción, como al relato narrativo imperante, plasmando así una obra donde todo puede ser posible, lo que en palabras de su amigo Silvestre Byrón, mítico cineasta septuagenario, llamaría Cine Opcional: una estética donde los más diversos recursos estilísticos confluyen en un mismo espacio audiovisual. Todo esto en función a una sintaxis poemática, en donde el ritmo del montaje ocupará un lugar central.
En una apacible tarde de miércoles en zona Sur, donde vino de sorpresiva visita, Martín Carmona me comenta bajo un ciruelo floreciente: “Los recuerdos pueden ser como los fantasmas, por eso nunca tuve ninguna intención de documentar algo. Estaban todas esas historias y ese encanto de los 80 que tanto amaba. Después veníamos nosotros, de ese nosotros quería hablar. Pero tampoco quería explicar nada. Como si las formas del cine y la vida misma se fundieran en un punto.” Y en estas últimas palabras está una de las claves de esta película. Pero antes deberíamos adentrarnos en el tiempo, corría el crack del 2001 que sumado a la tragedia de República Cromañón dejó a Buenos Aires en un estado de alarmante agonía y a su noche herida de muerte, con shock de pánico y ataques de angustia colectiva. Una pizzería frente a una estación de tren, El Tío Bizarro en la sureña localidad de Burzaco, se erigió como un excitante antro de música en vivo y situaciones disímiles. No era música que se escuchara en todas partes, no era la música que escuchaban todos. No había un escenario con vallas y aún no había patovicas custodiando en la puerta y las patrullas municipales merodeando el lugar, como ocurre actualmente. La cámara de Martín Carmona estuvo ahí desde un principio. Y muy envalentonado y con ganas de seguir conversando sobre el tema, tras beber un sorbo de una lata con jugo de tomate bien frío, agregó sobre el asunto: “Salía de mi casa alrededor de las 22hs, cargaba en la mochila la cámara y los cassettes, tomaba el 160 y viajaba sentado dos horas hasta Burzaco, un fin de semana tras otro durante bastante frecuencia. Ahora que lo pienso, en retrospectiva, es cierto que podría haber tomado desde Palermo –donde alquilaba- un subte y luego tren, para así llegar más rápido, pero me gustaba esa ceremonia de mirar la ciudad y el suburbio por la ventanilla, y al regreso sí tomaba el tren y el subte, pero ya era otro nuevo día el que despuntaba, con la bendición de la noche. De hecho, alguien me señaló entusiastamente de cómo los pasajes de lo nocturno a lo diurno y viceversa se suceden en mi película.”
Años sucesivos de cerrar filas, de mirar para adentro, de cierto atrincheramiento y hacer obra con las cosas que había a mano, en un crescendo que sacudía la inercia, y los lamentos por el fin de una fiesta que muchos no vieron: la contracara de un fervor de una clase media vapuleada durante una década. Aquí otra clave de La Energía Directamente en palabras de su director: “Todo lo que puede parecer espontáneo es ilusorio, producto de los efectos del montaje. Hay un montaje previo que es temático, luego voy tejiendo una enredadera de sentidos. De repente todo se vuelve fascinante.”     
Parte de la música de esta inusual película son las piezas instrumentales de Las Tinieblas del Romance, esa gran obra de Travesti, y además hay una versión demo de Mi Respiración, un tema del primer disco de Placer. Un dato curioso, es que a medida que Carmona se la pasaba filmando y viviendo, una suerte de revival anémico del post-punk se iba instalando aquí y en todo el globo terráqueo. “Sin embargo, Dios, una banda que en los 90 hacía una música muy potente y original, eran considerados inclasificables incluso para los especialistas…” –me dijo, cuando lo interrogué al respecto.
Y en lo que a mi me concierne, me gustaría dejar aquí constancia que actué gustoso en varias escenas de su película. Aquella tarde seguimos hablando por los codos hasta que quedamos al borde de una nueva madrugada, y lo acompañé a tomar la última combi del día –ningún bus 160 o tren más subte como antaño! Al regresar a mi nuevo hogar, y con los ecos de lo conversado empecé a escribir esto que se quiere una reseña. Tendría que mencionar –antes que sea demasiado tarde- que quizás en el título de La Energía Directamente haya un deseo de algo que había que buscar para seguir derrochando, una bien nítida Gombrowicziana inmadurez –que se aprovecha o no se aprovecha- hasta llegar a un límite. “Es extraño como las cosas más antiguas parecen las más modernas” –le dije a Martín Carmona y no recuerdo exactamente sobre qué motivo-. También le recordé anecdóticamente la palabra Filmelle –que tanto le gusta mencionar-, un equivalente de Nouvelle en literatura, porque el tiempo de La Energía Directamente es de una hora de duración, más corto que un largo, más largo que un mediometraje. Y habrá que mirarla como quien lee un poema, no como quien lee una narración o un cuento. “Siempre es el otro y no el narciso el que completa los movimientos del alma”, se escucha decir en la última escena de esta película llena de resonancias verdaderamente profundas. Como el impacto contra el piso, en el plano final, de la cabeza de su director.     

Nicolás Domínguez Bedini    Turdera, 18 de octubre de 2013, 05:00






























domingo, 23 de febrero de 2020

Boui Vilche - Domingo (Velvet Underground)

Dos poemas de Rodolfo Braceli (1940, Luján de Cuyo, Mendoza) pertenecientesa"El último padre":



















29

A la que alimenta los segundos
de la maderita que va para madera

le gusta,
entre todas las cosas que hago,
especialmente una:

que pinte la casa
los domingos por la mañana.


30

Pinto
con un pantalón muy querido.

Ella
milagra la harina en panes.

Los dos cantamos cierta canción:
            El sol nunca tuvo dientes…
            el sol es flaco de piernas
            y gordo de cara…
            el sol madruga y a Dios lo ayuda…
            el sol no usa  lentes ahumados…

Es una canción, cómo decirlo
es una canción muy tonta
que nos deleita siempre.

La vida demora su acontecer,
nos mira, se relame,
se sonríe.
La vida abre sus postigos
para gozarnos.

Se muere,
se nace de gusto la vida.
Y todo, por nosotros.

De Roberto Braceli El último padre (2004. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.)





sábado, 22 de febrero de 2020

Ineludibles conciertos rituales de carnaval en el barrio porteño de "St. Elmo's Fire" HOY fiebre de sábado 22 de febrero de 2020 por la noche...



https://www.facebook.com/events/118062866310107/


Priusdiscos meets Beat infinito
The Sexton beer company, Bolivar 622 San Telmo
Zulú Souvenir
Las Hijas De Israel (Cba)
Thanatoloop (ChiLe)
Manu Duca Dj set
Qoa
Camisa de Hierro
Mati Mielniczuk B2B Nicolas Romero Dj Set
Visuales x Virtual Light / Vlacq.tv
flyer Tomas Spicolli
&
Mini feria de tentadores objetos culturales para regalar o permitirse autoregalarse
Nicolás Domínguez Bedini

domingo, 16 de febrero de 2020

Gatos, un poema de Alberto Girri (Buenos Aires, 1919 - Buenos Aires, 1991):


GATOS

Hoy, domingo,
deponen su ferocidad,
su mando
de orejas erguidas,
su arcaica brujería,
y optan por echarse
e inspeccionar nuestro descanso,
la labor de clasificación,
rotulado, encasillamiento,
de nuestras pequeñas construcciones,
y acaso el displicente ronroneo
es un perdón,
un acorde
de la música del instinto.

A media tarde
dejamos de interesarles,
enmudecen,
y con envidiable solidaridad
corren hacia sus iguales,
la abeja que revolotea en el jardín,
la hoja cayendo en espiral
sin sentido aparente,
vellos rojizos
y dorados lustres vegetales
colgando de sus zarpas.
Estirados en el sillón,
mirando esos enigmáticos juegos,
nuestras sensaciones se aclaran,
se hacen más claras
que los dictados del cerebro.
No, no los llamaremos,
la interrupción les disgustaría.


De El libro de los gatos (2009. Buenos Aires: Bajo La Luna Editorial. Selección y prólogo: Liliana García Carril.)


sábado, 15 de febrero de 2020

HOY...


https://www.facebook.com/events/226326225048819/


Leen:
Maximilian Senn Báez
Ariel Servettini
Belén Scardilli
Natalia Iñíguez
Juan Coronel
Javier L. Galvagni
Rosario Moreno Geselj
Bárbara Malvar
Maria Zapata
Daniel Ríomalo


Tocan:
Carne
Fanzine


Exponen:
Libre Cecilia
@aioki.arte
@collageybardo


Ferias:
Gato Misántropo
Editorial Mutanta
Duniashka
Yomismo

Nicolás Domínguez Bedini

https://www.facebook.com/events/226326225048819/


sábado, 8 de febrero de 2020

“Yo me pregunto: ¿El amor ha pasado de moda? ¿Deseas encontrar la pareja ideal y bailar junto a ella la música del amor?¿Estás cansado/cansada de escuchar la melodía de la vida en solitario? Muchas existenciales y amorosas preguntas al respecto…” (De Single a LP) Sonoros obsequios y/o auto-obsequios de cara a un nuevo Día de San Valentín que viene llegando semana próxima podrán descubrirse hasta enceguecer de deseos a flor de piel este domingo 9 de febrero de 13 a 20 horas en la nueva edición aniversario por flamante mayoría de edad de la Feria de Vinilos en Berlina Búnker, barrio porteño de San Telmo, CABA, República Argentina, Hemisferio Sur… ¡Son todos bienvenidos! ¡No se la pierdan! :) FNDB



https://www.facebook.com/events/567534950771372/?notif_t=plan_user_invited&notif_id=1580759186090988

https://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/2020/01/para-ir-agendando-con-suma-antelacion.html





















FERIA DE VINILOS VOL 18 en Berlina Bunker

DOMINGO 9 de Febrero - #FeriaVinilosBunker

Clásico mensual de San Telmo.
Entrada Libre y Gratuita

Mas de 20 stands con cajones de vinilos y mucha variedad de estilos, en esta edición le sumamos Cds, Cassettes, VHS y libros de música.

DJs sets en vivo.

Con 22 canillas de Berlina y gastronomía todo el día

EEUU 352 (Entre Defensa y Balcarce), San Telmo.



HOY sábado de súper acción visual-musical imperdible desde las 21 horas…














https://www.facebook.com/events/480369192855971/?active_tab=about 

SONIDO
Dr Lee
Verónica Daniela + Pablo Reche
Juan José Calarco + Malcolm Delaney

*
VISUALES
Gabsmart
Terry Bogard

*
CELLO / DANZA
Jennifer Cerrotta + Claudio Peña
*
Mini feria de tentadores objetos culturales para regalar o permitirse autoregalarse
Nicolás Domínguez Bedini
*

BONO CONTRIBUCIÓN
DIRECCIÓN POR INBOX

https://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/2020/02/empieza-la-cuenta-regresiva-hacia-el.html

https://www.facebook.com/events/480369192855971/?active_tab=about 



Para ir agendando aunque aún falta para la...



domingo, 2 de febrero de 2020

Mi papá nació en Mendoza y las fotos de joven son irreales, un poema de María Paz Levinson (San Carlos de Bariloche, 1978):




Mi papá nació en Mendoza y las fotos de joven son irreales

una lo muestra a él bailando en el centro
el pelo con gomina para atrás como un dandy
otra haciendo salto a caballo
y otra en un barco a Europa, sin camisa,
en la fiesta de bautismo.
Siempre tuvo aspiraciones de dinero
Pero las aspiraciones son como las nubes
A veces hermosas, muchas formas, pueden irse rápido
o desencadenar una tormenta.

Nunca terminó la secundaria
y ya lleva 37 años viviendo
en una ciudad como Bariloche, con aspiraciones
Lo único cierto es que mi papá es el rey de la queja
y yo soy la princesa
su blanco preferido es el clima
qué clima maldito, estoy harto del frío.
Él tiene una teoría, que el viento te enloquece
dice que entra por la oreja y hace como un remolino en el cerebro

Me gusta mirar películas rusas, polacas, ucranianas
porque encuentro algo familiar en la decoración de las casas,
                                                                           el olor a leña
las estufas, el cielo gris, la estepa.
Me reconozco más en esas películas que en las otras.
En cambio mi papá ama el cine de Hollywood,
miles de veces vimos Casablanca,
O a Fred Astaire y Gene Kelly bailando
y a Chaplin. Él se reía con eso o con el Quijote de la Mancha
me acuerdo que iba hasta el cuarto
pensaba que estaba llorando y sí,
estaba llorando pero de risa.

No sé cómo no se cansa de hablar del clima.
No sé cómo no me canso de hablar del clima.
Cada semana llamo a mi papá y le pregunto
¿Cómo está el día? Y todo lo que me responde es
está frío, heló, pero es un día muy soleado
eso quiere decir que se siente solo,
que ya se termina el domingo
y tiene las esperanzas renovadas para el lunes.


De María Paz Levinson Falsa Estepa (2011. Buenos Aires: Ediciones Gog y Magog.)



Dios - Salir de Noche en vivo - Ciclo Molotov 1997

Un domingo en Marilan y A las diez de la noche, dos poemas de Alba Roballo (Baltasar Brum, departamento de Artigas, 1909 - Montevideo, 3 de septiembre de 1996):

















Un domingo en Marilan

Me llamaste despacio ansioso, tierno
¿me tienes miedo ahora que soy nada?
quiero despedirme este domingo.

Fue el último nuestro, raramente solos.
Te sentí a lo largo de mi cuerpo.
Fue un abrazo terrible, triste, lúcido
de sombrías urgencias y desesperado.

Los dos en aquel lecho
sabiendo que era el fin
de los siniestros perros
que aúllan a la luna de la muerte
entraban en jauría a la alcoba
en una invisible ronda inacabable

Fue el último domingo de tu vida y mi vida
En la alta ventana, la tarde caía
en un ocaso de signos cabalísticos.


A las diez de la noche

De noche, tal vez a las diez, a las doce
la soledad recobra su cara de cadáver,
frente al solitario plato, como una luna, plana
el cubierto golpea su metal desolado.

Yo y mi sombra y mi hambre de amor y de manos
mi sed de palabras.

A las diez de la noche el reloj es tan nítido
que el corazón llora pausado sus mil tardes.

A las diez, a las doce, un silencio sin nada
nos dice tristemente de todos nuestros muertos
de una angustia tan honda de puñales y clavos
y de una desesperada necesidad de algo.

Pero el cuerpo está tibio y el teléfono calla
nadie dice el nombre que siempre nos nombraba
el amor, un amigo, aquel árbol, la calle,
un domingo, un regreso, una perdida carta.

Llamo a un número a ciegas, a un nombre
que no es nada.

Nadie está a las diez de la noche.


De Alba Raballo La casa de humo (1992. Buenos Aires: Libros de Tierra Firme. Colección de Poesía Todos Bailan)



Empieza la cuenta regresiva hacia el sábado 8 de súper acción visual-musical...














https://www.facebook.com/events/480369192855971/


Coach Station Reunion - Let's Move On Out Of Here

Domingo, un poema de Jacques Prévert (4 de febrero del 1900-11 de abril de 1977) en dos versiones al castellano:

















  
                                Domingo

Entre las hileras de árboles de la avenida de los                     Gobelinos
Una estatua de mármol me lleva de la mano
Hoy es domingo los cines están llenos
Los pájaros desde las ramas miran a los humanos
Y la estatua me besa pero nadie nos ve
Salvo un niño ciego que nos señala con el dedo.

De Jacques Prévert Palabras (1995. Madrid: Editorial Lumen. Traducción de Federico Gorbea.)


                               DOMINGO

Entre las filas de árboles de la avenida de Los                     Gobelinos
Una estatua de mármol me conduce de la mano
Hoy es domingo los cines están repletos
Los pájaros desde las ramas contemplan a las                       criaturas humanas
Y la estatua me besa pero nadie nos ve
Salvo un niño ciego que nos señala con el dedo.

De Jacques Prévert Palabras (1960.Buenos Aires : Compañía General Fabril Editora S.A. Los Libros del Mirasol. Traducción de Juan José Ceselli.)