martes, 30 de junio de 2020

"No se suspende por lluvia ni por nada", HOY "30 de junio, 30 de junio" a las 20 horas de Argentina trasmitimos en vivo desde este link: https://brautiganfest.polenta.site/ el BRAUTIGAN FEST V ¡No se lo pierdan, son TODOS BIENVENIDOS! :) FNDB



Emiliano Martínez cantando a Richard Brautigan el pasado "30 de junio, 30 de junio" de 2019 en el Brautigan Fest IV para ver y escuchar...:



¡Gracias por el registro Javier González Tuñón aka Terry Bogard!:)

Emiliano Martínez live in Brautigan Fest IV 30/06/2019 00:00 detenida espera 04:09 horse race 07:16 horse child breakfast 09:52 war horse 11:23 lo que hace real a la realidad (what makes reality real) 13:42 no me arriesgo (taking no chances) 15:46 todo custodiado por máquinas de gracia divina (all watched over by machines of loving grace) 19:35 un bote (a boat) 

21:40 el río y las costas (versión brautigan)

                                          #brautiganfest


                                              #brautiganfest


                                                  #brautiganfest


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domingo, 28 de junio de 2020

DOMINGO 28, un poema de Mirta Rosenberg (Rosario 1951 - CABA 2019)…:















                                          DOMINGO 28

¿Qué debo escuchar,
Oídos?

¿El viento en las palmeras,
el mareo del mar, el estruendo mental
del movimiento de estrellas inaudibles

o tu voz diciendo
“me das miedo”?

A veces me das miedo.

Soy una ruta secreta
y quería ser un atajo
para el corazón.

A veces me das miedo cuando escucho
“no sé si debo correr la carrera
o la vocación”

¿Cambiaste tus convicciones?
¿Cambió mi vocación?

A veces, Oídos, hace falta cierto tacto
con una misma, con ésta o con aquélla,
al vaivén de la metáfora y el mareo del mar,

y quedarse allí sentada, tranquila
como alguien satisfecha con la muerte,
como alguien satisfecha.

Escuchadme Oídos,
como lo que debo escuchar.

Tenés que seguir tu vocación,
convicción, corazón.

Soy una cabeza de alfiler repleta
de estruendo mental, prendida
a esa metáfora como a una cofia.

  
                                                      De El arte de perder


De Mario Campaña Casa de luciérnagas Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (2007. Barcelona: Bruguera. Prólogo, selección y notas de Mario Campaña.)


** Ambas pics de Mirta las sacó Valentina Rebasa...



viernes, 26 de junio de 2020

Bill Fay - In Human Hands (Official Video)

JUNIO, un poema del filólogo, políglota, poeta, crítico literario, traductor y catedrático universitario español Jaime Siles (Valencia, 1951):














                               
                                 JUNIO

                                                      a Antonio Colinas

Asciende, al tacto todo.
El mar, la sal, la hierba.
El mundo es un sonido
de sol, de sí, de selva.

Suena el color en ojos.
La memoria, en materia.
Y, en el iris, rielan,
sonoros, los planetas.

Compacto en sus cristales
resbala junio: deja
coral en los jardines,
eco en la transparencia.

Sucinto sucederse.
Perfiles, puntos, piedras.
Palabras: demasiada
totalidad completa.


De Jaime Siles Columnae (1987. Madrid: Colección Visor de Poesía.)


¡Muchas gracias Ernesto Raúl Messina de librería EL RÍO LIBROS! J




lunes, 22 de junio de 2020

[A WHIT BURNETT], una carta de Malcolm Lowry (Birkenhead, Gran Bretaña, 1909- Ripe, Sussex, 1957)…:




[A WHIT BURNETT]

1236 W. 11th Ave.
Vancouver, B.C.
Canadá
22 de junio de 1940

     Querido Whit:
     Acabo de enviarte mi novela.
  Por favor, no dejes que las corteses palabras que lo acompañan influyan en tu actitud hacia su contenido: era necesario escribirlas, eso es todo. Pero me pregunto si tendrás la amabilidad de devolverme, cuando corresponda, la carta del barón de Tweedsmuir, que tiene gran valor para mí.
     He escrito este libro lo mejor que he sabido. El epígrafe de Henry James al comienzo explica el resto; como verás, es a la vez un gran comentario sobre el puente entre los años traicioneros y los años en sí mismos, entre el pasado y el presente, y sobre el tema de la Atlántida, y comprobarás que eso ilumina todo el libro con una luz intermitente. El libro, claro está, empieza en el presente y luego, sin otra interrupción que el cambio de capítulo, se desarrolla en el pasado. Me he esforzado mucho por conseguir la ilusión –y de hecho la solidez de la novela quizá no sea una ilusión– de continuidad. Pero conviene que el lector corriente tenga en cuenta que cualquier nueva concepción del tiempo es un artificio, de ahí que yo haya acentuado el sentido de la atemporalidad característico de México, de ahí que los relojes no den la hora correcta, que las películas se repitan en el cine tres años después, como ocurría en la vida real. Te rogaría que no te desanimases al leer al principio, con su prolongada pesadilla. Cuando continúes comprobarás que está planificado simplemente como una obertura musical que introduce todos los temas que luego trato de destrozar. El estilo del libro podría ser en ocasiones más desgarrado, más duro, y estar más trabajado; creo que eso es no obstante un defecto menor, y confío en que tus ojos verán defectos allí donde los míos, después de reescribirlos tantas veces –diecinueve o veinte en algunos casos–, se sienten hipnotizados. Me gustaría también que no llegases a la conclusión de que todo el libro mejoraría si se situase en el presente. No creo que mis creencias se hayan hecho trizas, como ha ocurrido con las de tantos escritores: el noventa por ciento de lo que escribí se ha hecho realidad –¿qué es, en cualquier caso, la imaginación? –, de modo que pienso que uno puede captar en el libro cierto sentido del tiempo similar a la teoría –de alguien que no ha descubierto quién era– según la cual el tiempo es una inhibición para impedir que todo suceda a la vez.
   Albergo la esperanza de que el libro pueda compararse favorablemente con libros tales como El proceso de Kafka; pero sé de sobras que los libros como El proceso raras veces son un éxito de ventas. De hecho, la primera condición para que se vendan es, al parecer, la persecución y muerte del autor. También albergo la esperanza de que este libro consiga, de algún modo, ser más entretenido; y de que, pese a que carece de cierta cohesión espiritual, y también, por así decirlo, de la estratificación propia del genio, de la economía y la contención del escritor firmemente enraizado filosófica y religiosamente en alguna creencia , como la de Kafka –de que la demanda sobrenatural de rectitud en todas las cosas es absoluta, o que todo esfuerzo humano, incluso el más elevado, resulta equivocado–, pese a todo albergo la esperanza de que, al haber elegido un tema de novela barata (en la que, no obstante, la condición histórica, económica, incluso esotérica de todos los personajes se plantea en relación con un mundo que es algo así como una malvada extensión, en todos los sentidos, del argumento de la novela barata), y por medio de cierta universalidad que le he dado, posea un atractivo mucho más amplio. Pero también he tratado de dotarla de cierta cualidad que poseía El castillo: la “inagotabilidad”. ¡Espero que no suene demasiado pretencioso! Lo que quiero decir, o estoy tratando de decir, es que podría leerse muchas veces, y que el lector encontraría cada vez algo nuevo; que se podría llegar a considerar como un buen disco de swing –o a ratos incluso mejor-, con ciertos pasajes que pudieran escucharse una y otra vez sin hartarse, para terminar colocando la aguja al principio del disco y oírlo de nuevo de cabo a rabo.
     La interrelación e interdependencia musical implícita en esta idea ha tenido en ocasiones un resultado que se considera una falta grave, me refiero al solapamiento de párrafos de diálogo y de monólogo interior de algunos personajes, cosa que puede llevar a pensar que el efecto que se busca es el de un melancólico cauchemar de fantasmas y voces; pero para contrarrestar esta tendencia me he esforzado al máximo en desarrollar  el “carácter” de los personajes en una línea estrictamente “convencional”, una línea que en realidad pertenece a un tipo de novela diferente, más barata, de modo que creo que Bruce, el chico de la carnicería, podría leerla y sacar de ella algún provecho. Admito que quizás tendría que saltarse el primer capítulo, aunque ahí de nuevo dejo que el lector vaya cayendo lentamente en los imponderables gracias a una técnica del tipo: “Demonios”, dijo el Gran Abogado, mientras saboreaba su whisky y se incorporaba enérgicamente en su sillón”.
     El cuidado que he puesto en todo el conjunto no me ha impedido, sin embargo, poner frases como “otra espiral se había enroscado hacia arriba”, por ejemplo, en boca de sensibilidades diferentes, y dado que detecté algunos de los errores quizá demasiado tarde, pienso que, si aceptas este libro, tú mismo los verás enseguida y los eliminarás.
     Si aceptas el libro, tal vez tenga tiempo de terminar otro; en cualquier caso, consérvalo, aunque no lo aceptes. Si lo aceptas –o no lo aceptas, pero piensas que puede venderse– creo que debo dárselo a Hal Matson para que negocie con él, si está dispuesto a hacerlo. Pero no quiero agobiarlo con tanto gasto inútil en sellos. En mi opinión, he eliminado gran parte de las vaguedades interminables y sutiles  que hacían que mi versión previa fuese inaceptable.
     Y creo además otra cosa: que quizás haya escrito este libro desde el “inconsciente” de Europa, por así decirlo. Ponle bozal a un perro y el ruido saldrá por el otro lado. Lo he escrito como si fuera el último grito de angustia en la consciencia de un continente moribundo, como una lechuza de Minerva volando en la noche, como el último libro en su género, escrito por alguien cuya especie ha muerto, incluso como una contribución final a la literatura inglesa, un relámpago postrero y un aullido… Por todo lo que sé – y por otras cosas pretenciosas– este libro, escrito contra la muerte, y en una atmósfera de bancarrota total del espíritu, podría tener algún significado más allá de lo ordinario.
     En cualquier caso, ha sido escrito, lo cual ya es algo; sobresalían algunas aristas insospechadas que tuve que alisar, por eso no pude enviarlo antes. Y si lo aceptas, puede que eso me permita vivir un poco más en este mundo donde todos mienten, y que escriba otros libros.
     ¿Me lo comunicarás lo más rápidamente posible, incluso, quizá, con un telegrama, cuando tomes una decisión?, porque la vida está llena de venenos y de incertidumbres, y de movimientos de escorpión, y uno no sabe, de un día para otro, lo que tiene que hacer, o si un continente resistirá del miércoles al viernes. ¡Extraños tiempos para embarcarse en un proyecto, te lo garantizo!
       Os deseo todo lo mejor a Martha [Foley] y a ti,
Malcolm  


De Malcolm Lowry El viaje que nunca termina Correspondencia (1926-1957) (2000. Barcelona: Tusquets Editores. Selección, prólogo y traducción de Carmen Virgili. Marginales 185.)

https://nicolasdominguezbedini.blogspot.com/2020/06/al-censor-y-al-querido-senor-dios-dos.html



Ayer domingo 21 de junio “Día del Padre” & “Comienzo de un nuevo Invierno” inauguró "virtual mente" Masako Kano su nueva exposición titulada “Transparent Dreams” en la plataforma Artsy y que se puede ver y recorrer hasta el “30 de junio, 30 de junio” inclusive. ¡Welcome!:)









sábado, 20 de junio de 2020

ASELU 1, ASELU 2, ASELU 3, ASELU 4 y ASELU V (Final)/NA NUECHE, LOS ARBOLES AGÁCHENSE A GUSMIANOS en versión bilingüe castellano -asturiano incluidos en el "ensalmo evocador que llega para quedarse y sirve como refugio contra la angustia" titulado Les Blanques Fogueres/Las Blancas Hogueras, el vital, evocador y hermoso segundo poemario de Fran Gayo (Xixón, 1970) editado por Expediciones Polares:

























ASELU 1


Nadie más que yo
pudo entonces ser testigo
de aquel aire perfumado en pólvora
que algunas madrugadas
bautizaba las calles
de Balvanera.


 ASELU 2


Desde aqui arriba
puedo ver el cielo,
un campo de algodón sin fin,
una zarza de copos
dorados por el sol de Mayo.
Y a lo lejos
las blancas hogueras,
que anticipan la noche
sangrando surcos de humo.


ASELU 3


Dos operarios talaron
el ombú de Parque Rivadavia.
Cortaron primero las ramas grandes,
después seccionaron el tronco de 150 años.
El árbol sobre el piso es un coloso
que duerme la derrota esta noche...

El olor de la savia,
la tiritera de las hojas aún con vida,
el aserrín rendido al capricho de esta brisa
que anuncia el otoño...

Frente a tal criatura centenaria
bajamos todos la mirada.

En algún lugar del barrio
los fuegos artificiales
en señal de duelo
estallan.


 ASELU 4


Otoño.
El tintineo de las estrellas,
un sonar de pucheros y sartenes
reventando en los balcones.


ASELU V (Final)


Mi cuerpo de quince años
elástico y crispado,
avanzando
en la electricidad
de esta noche ciega,
paso a paso,
con el respirar medroso de un mirlo.

Yo permanezo alerta
ante el misterio
de la luna y su silencio.

Al final del camino, la cantina.

Sobre mi cabeza
las ramas del nogal
suenan
con un rozar de sedas.

El aire me trae
un sabor a surria*.

Las estrellas
salpican
con purpurina
el retablo azabache de el orbe.

Entonces,
los faros de un coche
revelan
por unos segundos
los perfiles del paisaje.

Yo camino
aprovechando
este corte de luz blanca,
apenas seis,
siete pasos apurados.

Y al final del camino,
la cantina, digo para mí.

Vigilante, escucho
la vigilia de los muertos
respirando amenazante
en las cunetas.

Mi sangre de quince,
la cólera de un gato salvaje.

Busco una guía,
una certeza en este sendero,
un ensalmo,

y recito
muy despacio:

Nozal, fresnu, cereixal, carballu**...
Nozal, fresnu, cereixal, carballu...

*Silo
**Nogal, fresno, cerezo, roble




ASELU 1


Naide más que yo
pudo entós ser testigu
d´aquel aire perfumáu en pólvora
que dalgunes madrugaes
bautizaba les cais
de Balvanera.


ASELU 2


Dende equi enriba
puedo ver el cielu,
un plantíu d´ algodón ensin fin,
un bardial de falampos
doraos pol sol de mayu.
Y de llueñe
les blanques fogueres,
que sangrando riegos de fumu
anticipen la nueche


ASELU 3


Dos operarios baltaron
l´ombú de Parque Rivadavia.
Tronzaron primero les rames grandes,
dempués seccionaron el tueru de 150 años.
L´ árbole sobro´l pisu ye un colosu
que duerme la derrota esta nueche...

L´arume la cazumbre,
la tremusina de les fueyes aínda con vida,
l´aserrín rendíu al caprichu d´esti oral
qu´ anuncia la seronda...

Ente a tal criatura centenaria
baxamos todos la mirada.

En dalgún lugar del barriu
los volaores
en señal de duelu
restallen.


ASELU 4


Seronda.
El tintiniar de les estrelles,
un sonar de cazos y sartenes
reventando nos balcones.


ASELU V – NA NUECHE, LOS ARBOLES
AGÁCHENSE A GUSMIANOS


El mio cuerpu de quince años
elásticu y crespu,
avanzando
na ellectricidá
d´esta nueche ciega,
pasu a pasu,
col respirar medrosu d´un ñerbatu..

Yo permanezo argute
ante´l  misteriu
de la lluna y el so silenciu.

Al final del camín, la cantina.

Sobro la mio cabeza
la ramasca de la nozal
suena
con ruxideru de seda.

   L´ aire
 traime
recendores de surria.

Las estrellas
esquiten
con purpurina
el retablu acebache de l´orbe.

Entós,
los faros d´un coche
revelen
per unos segundos
los perfiles del paisaxe.

Yo camino
aprovechando
esti corte de lluz maciu,
malpenes seis,
siete pasos entainos.

Y al final del camín,
la cantina, digo pa min.

Sollerte, escucho
la vixilia de los muertos
respirando amenaciante
nes cunetes.

La mio sangre de quince,
un gato algaire.

Busco una guía,
una certeza nesta sienda,
un ensalmu,

y recito
seliquino:

Nozal, fresnu, cereixal, carballu...
Nozal, fresnu, cereixal, carballu...


De Fran Gayo Les Blanques Fogueres Las Blancas Hogueras (2019. Donostia – San Sebastián: Expediciones Polares.)