miércoles, 8 de junio de 2011
Japonerías, poema de Paul Morin*, versión de Lorenza Fernández del Valle y Juan Carvajal, del libro "Poetas de Quebec"(1996. México: Ed. Aldous):
JAPONERÍAS
Pinté estos versos sobre la seda
De un frágil abanico japonés,
Donde se extendía un bordado
De hilos de oro, nácar y azabache:
Nido de policromas doncellas
Cuyas siluetas se alejan,
Delgadas, melindrosas, maquilladas,
Se pierden en luz de plenilunio;
Caprichoso país de hipogrifos
Cuyos templos de ocre vestidos
Flanqueados de monstruos con garras
Se elevan bulbosos o en punta,
Y se reflejan en el muaré
Azulado de un estanque
De ónix rosa o pálido marfil,
De rojo granito o ámbar;
Ráfagas niponas, floridas
Con la nieve de flores de té
Que cosecha en mortíferos ramos
El viento nocturno del estío;
Extrañas pagodas, pálidos dioses,
Geishas en trajes de crespón,
Jardines constelados de crisantemos
De lirios, de junquillos...¡Japón!
País en que la brisa incesante
Mece los lotos y los lirios,
País secreto de últimos sueños
Poblado de ibis y flamencos;
Imperio de verdes riberas,
Abigarrado, sensual, encantador,
Me disgustas y cautivas,
Me causas gran inquietud,
Y el vivo carmín de tus labios,
Y tus máscaras y canciones...
Pequeño imperio de escalofríos
De escalofríos de angustia y fiebre
Donde mueren, una pálida mañana
Tus mil y una Butterfly...
*Paul Morin nació en Montreal en 1889. Es abogado, profesor y gran viajero. Se doctoró en la Sorbona. Purista de la lengua, utiliza figuras retóricas complejas. Ha escrito Le paon d'émail y Poèmes de cendre et d'or (Premio David, 1923). Murió en 1963.
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