viernes, 16 de agosto de 2013

Sobre El Rayo Verde 5 (acontecido el pasado sábado 10 de agosto:)

























































































































































Más fotos de El Rayo Verde 5 en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.164068023781981.1073741834.114258292096288&type=1

EL RAYO VERDE 5 
texto leído por Osvaldo Bossi a modo de presentación (fragmentos)

Tengo la suerte de presentar esta noche, en El rayo verde, a cuatro poetas singulares. O como diría mi maestra de tercer grado: revoltosos… Y no me extraña. Yo que parezco tranquilo, incapaz de romper un plato, me veo, en cierta forma, cercano a ellos. O al menos, me reconozco en sus insurrecciones. Si no, no escribiría (…) Es que la poesía y la juventud van juntas. (...) Oficio de riesgo, la poesía, si los hay. Oficio de locura, de soledad, de inocencia. A plena luz del día o las cuatro de la mañana, que es la hora en que se aclara el panorama de las estrellas en el cielo y en el corazón. No importa la edad que se tenga.

Yo tuve la suerte de conocer a grandes poetas (grandes, porque ya habían 

vivido un montón de tiempo, pero también por la grandeza de sus palabras), y todos eran niños terribles. Eran terribles adolescentes. Como Amelia Biagioni, que una vez, hablando por teléfono, me contó que se había quebrado el hueso de un brazo, y cuando le quise expresar mi pena, ella me contestó: No te preocupes, Osvaldo. Que le puede importar al universo, que una vieja como yo, se haya quebrado un huesito... Y se reía. Y me hacía reír a mí, cada vez que charlábamos, con sus ocurrencias. Siempre huidiza. Siempre perdida en ese “viaje”, en esa “región de fuga” que era la poesía para ella. 

La adolescencia y la juventud como pruebas de fuego. Y la risa. Con ese enorme efecto liberador, aun en los momentos de mayor desasosiego y oscuridad. Sobre todo en esos momentos, que son los más frecuentes en la poesía. Que hacen que la poesía salga de su cueva y vea en el aire de la mañana, otra vez, esas raras, microscópicas auroras, que están y no están ahí. (…)

Cuatro poetas, cuatro niños (y niñas) terribles, nos visitan esta noche. Cercanos y distintos a la vez. Cada uno entonando su propia voz, su propia música, dentro de eso que, si no sonara pomposo, podríamos llamar la lírica contemporánea. Con su propio temor y temblor, su propio fuego. 
Después, ya lo saben, y si no lo saben, se imaginan. Hay mucho amor, mucha droga, mucha locura en estos poemas. Y ternura también, y espejismos, y un ansia extraña, y esos conmovedores estribillos que hacen que los poemas, o algunas palabras del poema, se queden en nuestra cabeza y en nuestro corazón, para siempre. 

Javier Roldán, Nicolás Domínguez Bedini, Mariano Blatt y Gabriela Bejerman (a ellos, nuestros queridos invitados para esta nueva lectura de El Rayo Verde), muchas gracias por acompañarnos esta noche. 

Osvaldo Bossi

¡Muchas gracias O.B, staff de ERV, JR, MB, GB y público presente por la inolvidable velada compartida!:)
N.

No hay comentarios:

Publicar un comentario