viernes, 22 de julio de 2022

ESTATUA GRIEGA, un poema de Wislawa Szymborska (1923, Kórnik -1912, Cracovia):

 


























ESTATUA GRIEGA


Con la ayuda de la gente y otros elementos

el tiempo ha hecho en ella un gran trabajo.

Primero la despojó de la nariz, después

        de los genitales.

Luego de los dedos de las manos y

        los pies,

con el paso de los años de los brazos,

        uno tras otro,

del muslo derecho y el muslo izquierdo,

los hombros, las caderas, la cabeza y

        las nalgas,

y lo que caía se convertía en pedazos,

escombros, gravilla, arena.


Cuando así muere alguien vivo,

brota mucha sangre en cada golpe.


Empero, las estatuas de mármol 

        mueren blancas

y no siempre del todo.


De la que hablamos ha quedado el torso

y es como el aliento retenido de la respiración,

porque ahora debe

atraer

hacia sí

toda la solemnidad y la gracia

del resto perdido.


Y eso lo consigue,

eso aún lo consigue,

consigue y deslumbra,

deslumbra y perdura.


El tiempo también merece aquí un elogio,

porque ha hecho una pausa

y algo dejó para después.



De Wislawa Szymborska (1923-2012) (2017. España: Batiscafo, S.L y Prisanoticias Colecciones. Traducción Elzbieta Bortklewicz. Presentación y notas: Joan Solé.)






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