
3 poemas de Tomas Tranströmer
Volante
Pared adentro garabatea la rabia sorda.
Frutal en flor, el cuco llama.
Droga de primavera. Pero la rabia sorda
pinta sus consignas hacia atrás en el garaje.
Vemos todo y nada, pero rectos como periscopios
Bajo tierra
Manejados por las hurannas tripulaciones subterráneas
Guerra de los minutos. El sol quemante
sobre el sanatorio, parking del sufrimiento.
¡Nosotros, clavos clavados en la sociedad!
Un día nos liberaremos de todo.
Sentiremos el olor de la muerte bajo las alas
y seremos mas suaves y mas salvajes que aquí.
De El bosque en otoño (1989. Montevideo: Ediciones de UNO/ Editorial SIESTA. Traducción de Roberto Mascaró)
Silencio
Pasad de largo, están sepultos…
Una nube resbala sobre el disco del sol.
La hambruna es un alto edificio
que por las noches cambia de lugar
en el dormitorio se abre la oscura pértiga
de un pozo de ascensor a las profundidades.
Flores en la zanja. Fanfarria y silencio.
Pasad de largo, están sepultos…
La platería sobrevive en grandes bancos
a gran profundidad, donde es negro el Atlántico.
De Góndola fúnebre (2000. Chile: Ediciones Literatura Americana Reunida. Colección Isla Negra de Poesía. Traducción de Roberto Mascaró)
La roca del águila
Tras cristal de terrario
los reptiles
extrañamente inmóviles.
Tiende una mujer ropa
en silencio.
La muerte es calma chicha.
En lo hondo de la tierra
resbala mi alma
sorda como un cometa.
De 29 Jaicus y otros poemas (2003. Montevideo: Ediciones Imaginarias/ tidskriften Encuentro. Traducción de Roberto Mascaró)
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