El PARRICINE es un espacio que busca, como intenta expresar su nombre compuesto, reunir dos motivos de encuentro con amigos: el cine y la parrilla.
En esta ocasión los invitamos a la Cazona de Flores a compartir un audiovisual de sombras en vivo.

El Sábado 29 de Junio:

Nuevo Parricine en la Cazona de Flores (#9)

Nocturama

Obra del colectivo Nocturama

Integrantes: Verónica Calfat, Maximiliano Ciovich, Martí­n Flugelman, Juan Pablo Margenat, Julia Masvernat, Martí­n Pego, Alfonso Piantini, Alejo Rotemberg, Martí­n Zaitch y Andy Inchausti.
Arquitectos y artistas plásticos, pintores y dibujantes, fotógrafos y sombristas, urbanistas y ciclistas, cinéfilos, músicos profesionales y amateurs, diseñadores gráficos y caladores de papel, videastas e ilustradores.
Y todos afiliados al sindicato de las sombras.

Los esperamos desde las 21hs.

La parrilla prendida durante toda la velada con Choris, Bondiolas, Pizzetas y Sandwiches de Provoleta.

A las 22 hs. arranca la obra

y a continuación música a cargo de la revista Al oído.

 Morón 2453 (Flores)

-no se suspende por lluvia-

Sobre Nocturama

Nocturama es la versión expandida de una obra de teatro de sombras que el grupo ha realizado anteriormente: El fin del ser humano, desarrollada a partir de un relato sobre zombies escrito por un grupo de niños de 10 años. En esta nueva obra, sin necesidad del relato oral ni del texto, nos concentramos en explorar las posibilidades mas ligadas a la percepción: luces y sombras, movimientos y reencuadres, para generar situaciones mas sensoriales que narrativas. Algunas imágenes provienen de un relevamiento de zonas de la ciudad que incluimos como escenarios donde transcurren estas situaciones delirantes, entre grotescas, misteriosas y delicadas, zombies con capucha de verdugos haciendo acrobacias. Rendimos homenaje al antiguo teatro de sombras y a los aventureros que realizaron los primeros experimentos con dispositivos audiovisuales prefigurando al cine de animación: las obras de linternas mágicas, el teatro óptico de Emile Reynaud, la Fantasmagoría de Robertson, espectáculos populares que ensayaron diferentes técnicas de proyección audiovisual y donde se comenzó a configurar el espacio mismo de la sala de cine, reuniendo a un público en la oscuridad para mirar proyecciones sobre una pantalla. Retomamos ciertos artilugios mecánicos y técnicas artesanales para dialogar con el pre-cine. Mostramos el dispositivo, sin ocultar ni disimular las máquinas generadoras de la fantasmagorí­a.