viernes, 10 de septiembre de 2021

Algunos fragmentos de "Una casa en la arena" del poeta, político y Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda (Parral, 1904 - Santiago, 1973)…:

 





















El Mar

 

EL MAR RETUMBA COMO UN COMBATE ANTIGUO. Qué acarrea allá abajo? Tomates, toneles, toneladas de truenos, torres y tambores. Cuando estremece sus ferreterías se estremece mi casa. La noche se sacude, el sonido alcanza un oscuro paroxismo en que ya no sabemos nada, en el entresueño, en la espesura del apogeo tempestuoso, despertando a destiempo cuando el golpe de aquella ola gigante se fue por la arena y se convirtió en silencio.

 

El Mar

 

LO INQUIETANTE ES LA GRAN BARRIGA AZUL, grávida y grave, que se mece, despaciosa, que no viene ni va ni ataca ni acecha.

     Qué va a nacer?, pregunta el hombre a la tranquilidad redonda. Y poco a poco va meciéndose y durmiéndose, metido una vez más en la cuna terrible.

 

El Mar

 

ME RODEA EL MAR, me invade el mar: somos salobres, mesa mía, pantalones míos, alma mía: nos convertimos en sal. No sabemos qué hacer en las calles, entre la gente apresurada, en las boticas, en el baile, perdimos las costumbres, las palabras en clave para comprar y vender. Nuestra mercadería fueron algas relucientes, serpentinas o foliáceas, pétalos enyodados, mariscos sangrientos. La sal de la espuma nos chisporroteó de tal manera, la sal del aire nos impregnó como si fuéramos una casa perdida, hasta que circuló sólo salmuera en las habitaciones.

 

El Mar

 

LA SAL DE SIETE LEGUAS, la sal horizontal, la sal cristalina del rectángulo. La sal borrascosa, la sal de siete mares, la sal.

 

El Mar

 

ESTE CERCO, ESTA PUERTA HACIA LO ILIMITADO, y por qué?

     Heredamos los cercos, los candados, los muros, las prisiones.

     Heredamos los límites. Y por qué?

     Por qué no rechazamos a la hora de nacer cuanto nos concedían y cuanto no abarcábamos? Es que teníamos que estar de acuerdo antes de ser. Después de ser y saber se aprende a cercar y a cerrar. Nuestra mezquina contribución al mundo es un mundo más estrecho.

 

El Mar

 

ESTE POBRE CERCO SÓLO FUE EDIFICADO para que mis dos perros –Panda y Yufú- no se escaparan a matar ovejas en las tierras de los sacerdotes. Estos tienen rebaños aquí cerca, en Punta de Tralca, junto al más alto peñasco de la costa. Mis ancestrales perros descubrieron las ovejas, y esto nos pareció peligroso y salvaje.

     Ahora las hierbas de la orilla, alimentadas de rocío salado, suben por los palos viejos. Los que se blanquearon como huesos de ballena y se debilitaron al golpe del viento férreo. No sirve para nada el viejo cerco. De este lado mis ojos se abren hacia el circundante infinito.

 

El Mar

 

MÁS ALLA DE ESTOS BARROTES INÚTILES, el mar que de verdad no sabe que está circunscrito, y no lo reconoce, cantando. Su ímpetu es amargo, su canto es estruendo. Su espuma revolucionaria me cuenta y estalla, me cuenta y se desploma, me llama y ya se fue.

 

El Mar

 

CANTA Y GOLPEA EL MAR, no está de acuerdo. No lo amarren. No lo encierren. Aún está naciendo. Estalla el agua en la piedra y se abren por primera vez sus infinitos ojos. Pero se cierran otra vez, no para morir, sino para seguir naciendo.


De Pablo Neruda Una casa en la arena (2002. Chile: Pehuén. Fotografías: Sebastián Barros y Benjamín Barros.)





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