DER GESANG
Hoy es
domingo y nada
es fácil de este lado
del
corazón.
Hemos
sobrevivido
a todo,
a la
palabra nunca,
a
siempre,
para
poder decir
que
contemplar
el mundo
es un
milagro.
Bajo la
luz del cielo,
canto
mi muerte
y
escucho las voces
de los
que ya no están.
Y soy
un extranjero
mudo,
en mi
propia tierra,
bajo la
luz del cielo.
DOMINGO DE CENIZA
a Diana Bellessi
Es domingo y siente que no está
en el lugar donde la noche crece
como una luz que guía
en la penumbra
los pasos hacia el porvenir.
Desorientado existe y siempre espera
la mano que lo lleve hacia arriba,
hacia Dios, hacia su cuna,
hacia la otra orilla,
donde la vida de verdad lo espera
y es comienzo y no fin,
de su propia historia.
Tiene miedo y sabe que está bien,
que el temor nos recuerda
nuestra parte humana,
que no podemos todo,
que a veces debemos
permitir una ayuda,
que es bueno dejarse sostener.
Entonces es domingo
y no hay nada que decir,
nada que esperar.
Sólo saber
que este dolor que siente
no lo entiende,
que el dolor en sí
es gratuidad.
Llega la noche y crece,
pero en otro sitio.
Llega la noche y crece
hasta abarcar el mundo.
Entonces es hora de pensar
en lo que realmente importa:
¿Qué hará el muchacho,
ahora,
que lo ha perdido todo?
¿Qué va a hacer el muchacho
ahora,
con tanto dolor?
De Enrique Solinas El pozo y la cima
(2022. Valencia: Editorial Pre-Textos. Colección La Cruz del Sur.)
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