jueves, 10 de mayo de 2018

Dos poemas de Edith Södergran (San Petersburgo, 1892 - Raivola, 1923) titulados LA TORMENTA:



La tormenta

Gente,
¿no pasa por el cielo la tormenta
apilada por vuestro deseo
y llevada por águilas
hasta cimas indestructibles?
¿A quién quiere arrodillar la tormenta?
¿Dónde es que golpea
venida desde lo alto, indoblegable, con alas de tiempos lejanos?
¿Oís las voces en la tormenta?
Yelmos de marzo en la niebla…
Los invitados se sientan de nuevo a las mesas volcadas.
Desconocidos gobiernan el mundo…
Más sublimes, más bellos, casi divinos.

                                                                                          (2018)


La tormenta

Ahora la Tierra se cubre otra vez de negro. Es la tormenta
que desde abismos nocturnos sube y baila ella sola
su fantasmal danza en la Tierra.
Ahora luchan otra vez las personas fantasma contra fantasma.
¿Qué quieren, qué saben? Las conducen
como ganado traído de oscuros rincones,
no logran desprenderse de la cadena de los acontecimientos:
las grandees ideas colocan su botín ante sí.
Las ideas extienden en nano los brazos suplicantes en la tormenta,
el que baila sabe que él solo es señor de la Tierra.
El mundo no es dueño de sí mismo. Una parte de él se vendrá abajo
como una casa en llamas, como un árbol putrefacto,
y manos anónimas guardarán la otra parte de repuesto.
Y el sol mira todo esto, y las estrellas brillan en noches gélidas
y las personas avanzan a hurtadillas, solas, camino de la felicidad sin límites.

De Edith Södergran Encontraste un alma Poesía completa (2017. España: Nórdica Libros. Traducción de Neila García Salgado. Prólogo de Elena Medel).







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