lunes, 16 de agosto de 2021

Dos fragmentos de La vida exterior (1993-1999) de Annie Ernaux (Lillebone, 1940), traducidos del francés por Sol Gil:

 



1998

 

16 de agosto

 

        Cementerio de Montparnasse, separado militarmente en divisiones, sin sombras. En la entrada, a la izquierda, la tumba de Marguerite Duras alfombrada de pedacitos de cartas y una foto de ella a los dieciséis. Hace un calor agobiante. Imposible encontrar a Maupassant y a Baudelaire entre las tumbas grises que el tiempo volvió semejantes. Sí se pueden reconocer las de los últimos treinta años, de mármol. Entonces aparece la de Serge Gainsbourg, bien enterradito con los padres. Al lado, una tumba en la que solo hay un nombre, Claude Simon. Una turista japonesa le saca una foto. No sabe probablemente que el escritor Claude Simon sigue vivo. O se quiere llevar una foto graciosa.

        Los visitantes erran entre las sepulturas. No sabemos lo que venimos a buscar. Tan solo descubrimos nombres sobre piedras. En la entrada, a la derecha, Sartre y Beauvoir, juntos. Ella ganó para siempre. Papelitos en varias lenguas sobre sus tumbas, un monumento amarillento, demasiado claro.

 

1993

 

16 de agosto

 

        En la Ciudad Nueva cerca de la estación del RER, una mujer negra con pollera plisada marrón claro, camisa beige y sombrero estilo cuáquero. Apoyada sobre el borde de cemento de la explanada, arriba de las vías, una chica de jean y campera, a pesar del calor, distraída. Una madre y sus tres hijas, una lleva un ramo con hojas. Un hombre blanco, cincuentón, camisa de manga corta, mochila, camina deportivamente. Un grupo de hombres y mujeres, jóvenes, todos con el mismo traje, camisa blanca y pantalón negro (¿una secta o vendedores de algún comercio?) caminan hacia la entrada del RER.

        Hoy, durante algunos minutos, intenté ver a toda esa gente con la que me cruzaba, todos desconocidos. Me pareció que, por esa observación detallada, de repente se volvían muy cercanas, como si la tocara. Si siguiera con esta experiencia, la visión que tengo del mundo y de mí misma cambiaría radicalmente. A lo mejor perdería mi propio yo.


De Annie Ernaux Diario del afuera – La vida exterior (2015. Buenos Aires: Milena Caserola/Milena París. Colección Extremocontemporáneo. Traducidos del francés por Sol Gil.)









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