Al fondo del recipiente del tiempo hay una costra
[siempre] de domingo, huele al óxido de los cuchillos lanzados al mar [diana
sin centro], y al de la tierra. Hace tiempo que agoté el recipiente, sorbo a
sorbo me ayudó a tragar tus besos, y ahora sólo que da allí abajo este continuo
domingo, con su silencio mineral, sus bares cerrados, su anestesia, sólo isla,
sólo hotel, sólo piedras. Me siento en la escollera y supongo que el principio
y fin del mundo fue y será esto, una especie de domingo. Acudo a los lugares
que fueron nuestros, algo parecido a una fe o superstición me impide
destruirlos, dice que con tal de mirarlos, cada día un poco, se irán
desvaneciendo, mansamente, bordeando la pregunta directa, la roca desde la que
te lanzabas desnuda para romper la piel del agua, de ese mar que, alguna vez lo
he dicho, eras tú [diana sin centro]. Sé que el tiempo es mortal, me digo,
porque lo ha inventado el hombre, que es mortal, y mientras aguardo ese destino
las horas nacen peculiares, convergentes, presagiando asuntos importantes y
delicados que no llegan, no acumulan pronósticos errados, resultado de haberlo
calculado todo, porque lo hermoso no se calcula, me digo [es incalculable], se
pisa una sola vez y ya se gasta, aunque, eso sí, no se olvide, nunca.
De Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus
(1999-2000)
y cuatro poemas de Joan Fontaine Odisea [Mi Deconstrucción]
(2001-2002)
33
Cuando en domingo
amanece y quiere llover
[las agujas de la catedral y
revueltos los pájaros]
y sales con el abrigo
Miss Sixty ¾,
luz de cruce CHANEL N. ° 19, la
camiseta con
La Mode (82-84)
estampada, peinado Replicante
a por la prensa y el
pan y eliges
un nuevo itinerario,
piensas:
1)la
vulnerabilidad de un organismo es directamente proporcional a su complejidad
2)las fiestas se dan sobre todo para aquellos
a los que no se invita [Étienne de Beaumont]
3)desde
el 11-09-2001 la Tierra es un poco más chatarra
4)decir
autorretrato es una redundancia: todo retrato es auto
aunque todos conduzcan
a lo mismo, cada camino
es la trampa que nos
tiende lo inalcanzable mientras
el futuro
[revueltos los pájaros]
duerme.
45.1
el
patio de mi casa no es particular 01.01.2002, me he
levantado muy temprano, he puesto algún mail, como hoy cada año, y Sunday Morning [mi Nico particular], el
café, el panetone, como hoy cada año, bufanda, guantes, abrigo, y el Alfa
descapotado con Goldberg Variations, como hoy cada año, hasta la orilla del mar
desde la que veo otra isla, aquí ni un alma [nada hay más solitario y salvaje
que el Mediterráneo], y el silencio químico de la espuma, de las rocas,
silencio químico, como hoy cada año, el más químico, el que como el amor deja
resaca pero no desaparece, y como hoy cada año soy contemporáneo de otros
silencios que ya fui [afortunadamente aquí no hay gen que valga], y tú
[querido, me dice el buzón de voz]: mi novedad, mi Nico particular, estás muy
lejos, chemical hangover, seguro, y yo, de vuelta de todo, de aquel Quimicefa,
química de Reyes Magos, inocuas moléculas, aunque estés lejos y yo de vuelta de
todo menos de ti, mi Sunday Morning,
mi Nico particular, cuando llueve se moja
como las demás.
53
Los
hay que creen saber
que
el porvenir del universo sólo podrá ser una repetición
de
sí mismo,
según
la idea de que el tiempo no es más
que
una ilusión, dice Prigogine en El nacimiento del tiempo,
5pm, quedamos los tres
en la plaza en construcción
un domingo
de aquellos dilettantes
[francamente, estabas preciosa],
vallas amarillas la
cuadriculaban,
no podían con tu
cuerpo, idéntico al recuerdo
que conservaba.
Fuiste un haz que [a mi
pesar] duró 1 nanosegundo
[por poner una cifra
impensable
para el común humano],
pero me hiciste olvidar
la aparente eternidad
que vaciaron otras.
Infinito, el tiempo
para ti aún no existe
[deduzco por cómo
cierras los párpados, cómo inclinas las tazas,
esos zapatos afilados],
decapitas una rosa y, piensas,
saldrá otra,
desconoces aún
la única verdad:
no somos polvo que
cuaja y funda un destino
antes de volver al
polvo,
sino paréntesis
fantasma entre carne
que nunca dejó de ser
carne,
un flash sin flashback,
una apariencia,
un salto cuántico.
77
Queda una esperanza.
Decirlo tan claramente
que conduzca al equívoco.
Ahí voy.
El poeta habla
siempre
desde la muerte para
alumbrar el mundo de los vivos,
o desde la vida, para alumbrar
el mundo de los muertos.
Finis
terrae: un pie en la tierra, otro en el abismo.
Pero ya escribir es
escribir que está todo dicho y consumido en los manuales de supervivencia de
otro siglo. El lenguaje, demente o aburrido, se ríe en el papel de todas sus
representaciones [incluida ésta]
ruina que saquea ruina:
vida que habla de vida: muerte que habla de muerte: esterilidad:
incesto: tautología
[por mi parte, sólo me
queda mostrar mi agradecimiento a los Payasos de la Tele por haber hecho
posibles las tardes de domingo].
De Agustín Fernández Mallo Ya nadie se llamará como yo + Poesía reunida (1998- 2012) (2015.
Barcelona: Editorial Planeta S.A. Seix Barral. Los Tres Mundos Poesía.
Frontispicio de Antonio Gamoneda. Prólogo de Pablo García Casado.)
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