domingo, 3 de mayo de 2020
Una carta de Rainer Maria Rilke (Praga 1875-Montreux 1926) a Marina Ivánovna Tsvietáieva (Moscú 1892-Elábuga 1941) con fecha 3 de mayo de 1926:
19.
De R. M. Rilke a M. I. Tsvietáieva
Actualmente:
Val-Mont par Glion s/Territet
(Vaud) Suiza
3 de May de 1926
Querida poetisa:
Acabo de recibir en esta hora una carta de Borís Pasternak,
que me conmueve infinitamente y que rebosa de alegría y del más efusivo
sentimiento. Según comprendí por esas líneas, toda la emoción y gratitud que la
misiva suscita en mí debe dirigirse primero a usted y a través de usted, por su mediación, llegar luego a él. Los
dos libros (los últimos publicados por mí hasta ahora) que seguirán a esta
carta están destinados a usted, son
propiedad suya. Seguirán otros dos, siempre y cuando me queden aún
ejemplares: estos otros deberán ser reenviados después a Borís Pasternak si la
censura lo permite.
Estoy
tan conmocionado por la fuerza y plenitud de su afecto que hoy no puedo añadir
nada más: ¡pero envíe de mi parte la hoja adjunta a su amigo en Moscú! Como un
saludo.
¿Qué
contarle? Usted sabe que tengo el honor de considerar a Leonid Ósipovich
Pasternak , el padre de Borís, un leal amigo desde mi época en Moscú (¡hace más
de veintiséis años!). Tras un largo, muy
largo intervalo, este invierno (a principios del invierno) me encontró una
carta de él procedente de Berlín, a la que respondí con toda la alegría que me
proporcionaba ese reencuentro. Pero no necesité las noticias de Leonid
Ósipovich para saber que su hijo se había convertido en un sólido y renombrado
poeta: algunos amigos (el año pasado en París) ya me mostraron prueba de ello,
que me emocionaron y conmovieron (porque aún leo en ruso, aunque siempre tengo
que situarme y practicar primero un poco: ¡las cartas me resultan más
sencillas!).
El
año pasado, una estancia de casi ocho
meses en París me permitió retomar el trato con algunos de mis amigos rusos a
quienes no había visto en veinticinco años.* Pero ¿por qué –me pregunto ahora-,
por qué no tuve la oportunidad de hallarla a usted, Marina Ivánovna Tsvietáieva?**Después de la carta de Borís
Pasternak he de creer que ese encuentro nos hubiese brindado a ambos, en lo más
hondo, una profundísima alegría. ¿Podremos remediarlo alguna vez?
RAINER
MARIA RILKE
P.S. El francés me es
tan familiar como el alemán; se lo recuerdo por si el francés, además de su
lengua materna, le resulta más cómodo.
*Se refiere a Elena M. Vorónina (de
casada Kasitsyna; 1869-1954), a quien había conocido en 1898 y con quién se
encontró en Petersburgo varias veces, en mayo y junio de 1899.
**Tsvietáieva llegó a París en
noviembre de 1925; Rilke se había marchado en agosto de ese mismo año.
De Marina Tsvietáieva
Borís Pasternak Rainer Maria Rilke Cartas
del verano de 1926 (2012. Barcelona: Editorial Minúscula, S.L. Traducción
del ruso de Selma Ancira. Traducción del alemán de Adan Kovacsics. Traducción
de los poemas por Selma Ancira y Francisco Segovia. Edición e introducción de
Kostantín Azadovski, Evgueni Pasternak y Elena Pasternak.)
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