viernes, 24 de diciembre de 2010
Muchas Felicidades! A continuación, un poema que escribí en las vísperas navideñas del pasado año 2009, titulado "Motivos Navideños":
Motivos Navideños
Sólo quedan 70 días para Nochebuena
y todo se nos vendrá encima. Apenas
tenemos tiempo para las responsabilidades
que demanda la profesión, la casa y la familia.
Un año corre muy rápido.
Pronto quedarán 50 días para Nochebuena
luego 40 y así sucesivamente
hasta que tengamos la Navidad
a la vuelta de la esquina
y a último momento
salgamos por regalos.
…
Recuerdo el año pasado
haber visto remeras estampadas
con insignias que captaron toda mi atención:
Nunca pierdas la oportunidad
de saludar con la mano a Santa Clós.
No trates de hacer todo tú solo.
Recuerda que hasta Santa Claus necesita ayudantes
…
Provengo de una familia muy numerosa
que ha ido diezmándose
a medida que me iba haciendo mayor.
Cada Nochebuena suelo hacerme un tiempo
para mirar al cielo
iluminado por titilantes luces terrestres.
Es mi momento favorito, antes del brindis y los fuegos artificiales.
…
Navidad. Hay un ángel
junto al hogar sentado.
Se nos duerme la vida
como un niño en brazos.
…
Mi abuelita paterna me hacía dorar con una purpurina
nueces. En cambio, la mamá de mi mamá
me enseñaba a poner bien la mesa. Ambas
se ocupaban de las cuestiones alimenticias. Las Tías Ada y Gorda
eran las encargadas de montar el pesebre.
“¡Tenemos que construir un belén muy rápido
pero antes vayamos a elegir el arbolito!”, decían
y salíamos al patio en fila con una pala y un hacha. Tía Mari
verificaba que los champagnes Duc de Saint Remi rosados
y las sidras Reales estuvieran en la heladera. Tía Lola
era la de las frases y refranes que me marcaron a fuego:
“Comer y beber mantienen unidos el alma y el cuerpo”
“Una buena conciencia es la mejor almohada” y
“Las nueces doradas, mi querido niño Felipe Nicolás,
serán siempre un bello adorno
del arbolito de Navidad”.
Sólo quedan 70 días para Nochebuena
y todo se nos vendrá encima. Apenas
tenemos tiempo para las responsabilidades
que demanda la profesión, la casa y la familia.
Un año corre muy rápido.
Pronto quedarán 50 días para Nochebuena
luego 40 y así sucesivamente
hasta que tengamos la Navidad
a la vuelta de la esquina
y a último momento
salgamos por regalos.
…
Recuerdo el año pasado
haber visto remeras estampadas
con insignias que captaron toda mi atención:
Nunca pierdas la oportunidad
de saludar con la mano a Santa Clós.
No trates de hacer todo tú solo.
Recuerda que hasta Santa Claus necesita ayudantes
…
Provengo de una familia muy numerosa
que ha ido diezmándose
a medida que me iba haciendo mayor.
Cada Nochebuena suelo hacerme un tiempo
para mirar al cielo
iluminado por titilantes luces terrestres.
Es mi momento favorito, antes del brindis y los fuegos artificiales.
…
Navidad. Hay un ángel
junto al hogar sentado.
Se nos duerme la vida
como un niño en brazos.
…
Mi abuelita paterna me hacía dorar con una purpurina
nueces. En cambio, la mamá de mi mamá
me enseñaba a poner bien la mesa. Ambas
se ocupaban de las cuestiones alimenticias. Las Tías Ada y Gorda
eran las encargadas de montar el pesebre.
“¡Tenemos que construir un belén muy rápido
pero antes vayamos a elegir el arbolito!”, decían
y salíamos al patio en fila con una pala y un hacha. Tía Mari
verificaba que los champagnes Duc de Saint Remi rosados
y las sidras Reales estuvieran en la heladera. Tía Lola
era la de las frases y refranes que me marcaron a fuego:
“Comer y beber mantienen unidos el alma y el cuerpo”
“Una buena conciencia es la mejor almohada” y
“Las nueces doradas, mi querido niño Felipe Nicolás,
serán siempre un bello adorno
del arbolito de Navidad”.
Etiquetas:
Nicolás Dominguez Bedini,
Poesía inédita
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que lindo!!!!
ResponderEliminar¡Muchas navideñas gracias de oro querida Moreno y las plantas mágicas, autora de mi Villancico favorito de todos los tiempos, muy buena recta final de diciembre y muy feliz 2017 venidero! :)
ResponderEliminarFNDB