Mayo
Y yo camino por estos lugares, los atravieso. Un hombre
amenazado, con los otros en este vasto espacio. Si volara,
lo haría del modo temeroso y torpe de los murciélagos. Sin embargo
en estas praderas soy recibido, acogido. Los dioses se alejaron desde
hace mucho tiempo. No tenemos más la fuerza para llevarlos. Los
vasos de libaciones yacen fragmentados bajo la tierra, como
los corazones que han contenido demasiado. El futuro atemoriza
nuestros últimos fuegos. Somos como alguien que no puede llegar
al final de una frase comentada.
De revista La carta de Oliver (1999. Buenoa Aires: La Carta de Oliver. Edición casi bilingüe .Edición número 9.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario